Sinopsis
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, exigió a su homólogo estadounidense, Joe Biden, que levante "todas las sanciones" aplicadas por el Gobierno norteamericano a dicho país en los últimos años. Además, condicionó el diálogo con la oposición al fin de las sanciones internacionales.
Washington no reconoce a Maduro como presidente por considerar fraudulenta su reelección en 2018. Desde entonces apoyó al líder opositor Juan Guaidó, que se autoproclamó “presidente encargado” en enero de 2019, pero hace dos semanas le retiró el apoyo, sin reconocer a Maduro.
Las sanciones fueron impuestas por el gobierno de Donald Trump a partir de 2017 e incluyeron la prohibición de comercializar bonos del Tesoro venezolano en mercados financieros estadounidenses o hacer negocios con la petrolera estatal venezolana PDVSA. También apuntaron contra funcionarios venezolanos, a quienes les congelaron los activos en Estados Unidos.
En este sentido, Maduro arremetió contra Estados Unidos durante la rendición de cuentas del año 2022 ante la Asamblea Nacional, de contundente mayoría oficialista.
Las sanciones de Estados Unidos están diseñadas para asegurar que Maduro y sus aliados no se beneficien de las operaciones ilegales de minería de oro, de las operaciones petroleras estatales o de otras transacciones comerciales que permitan las actividades criminales del régimen y los abusos a los derechos humanos.
Por ahora, Venezuela está viviendo una crisis económica aguda, que generó la fuga de más de siete millones de venezolanos, principalmente a otros países latinoamericanos, que están viviendo como migrantes o refugiados, según datos de la Organización de las Naciones Unidas.