Guarderías y padres con niños pequeños “estresados” ante cierre de centros de cuidado infantil por COVID-19

girl childcare

Source: Natalie/Pexels

Las restricciones y cierres temporales de las guarderías en respuesta a la proliferación de la variante Delta del COVID-19 en Australia, ha golpeado a los operadores de estos centros, y a padres que ahora deben cuidar a sus niños mientras trabajan desde casa. En respuesta, el gobierno federal ha anunciado ayudas económicas, pero como cuentan a SBS Spanish Rosemary Watson, directora de una guardería familiar y Eliana Meneses, madre de un niño de menos de 2 años, la situación es difícil e incierta.


Sinopsis:

Los súbitos cierres temporales de las guarderías o centros de atención y educación infantiles por la pandemia han puesto a sudar a los padres que trabajan de manera remota.

Las ordenes de salud pública indican que los niños en varios estados y territorios de Australia en confinamiento deben mantenerse en casa, a menos que sus padres sean trabajadores esenciales que tengan que salir a trabajar y no tengan ninguna opción de cuidarlos en casa.

En respuesta, el gobierno federal ha anunciado que las guarderías o centros impactados por las órdenes de salud pública recibirán financiación adicional para mantener sus puertas abiertas.

El ministro de Educación, Alan Tudge, dijo que se proporcionarían entre $40 y $50 millones semanales en nuevas ayudas a dichos centros.

El nuevo paquete proporcionará el 25% de los ingresos de una guardería antes del confinamiento, si se ordena que los niños no asistan, y el 40% de los ingresos a las guarderías extraescolares.

La financiación también estará disponible para todas las guarderías que permanezcan cerradas durante cuatro semanas o más, independientemente de las órdenes específicas de salud pública que limiten la asistencia.

Se aplicará a los servicios de cuidado a niños a partir del séptimo día en que la Commonwealth declare un punto crítico de COVID-19 (Hotspot).

Se espera que el paquete de medidas proporcione un alivio inmediato a unos 3.600 servicios que atienden a niños en el gran Sydney, así como a otros 1.200 servicios en Melbourne y Canberra.

El fin de semana, los padres de Victoria se vieron en apuros tras el repentino anuncio de cerrar las guarderías a todos los niños, excepto a los vulnerables y a los hijos de los trabajadores autorizados.

Algunas guarderías afirman estar sufriendo un cierre prolongado y temen tener que despedir a los educadores o cerrar por completo.

Sin embargo, tanto las guarderías y los padres que dependen de sus servicios también temen que los niños puedan contagiarse con la variante Delta de la COVID-19 de normalizarse las actividades.

Entrevistadas:

Rosemary Watson, directora de una guardería familiar en Victoria.

Eliana Meneses, madre de un niño de menos de 2 años en Canberra.

Escucha el informe presionando la imagen principal.


Share