Sinopsis:
Los súbitos cierres temporales de las guarderías o centros de atención y educación infantiles por la pandemia han puesto a sudar a los padres que trabajan de manera remota.
Las ordenes de salud pública indican que los niños en varios estados y territorios de Australia en confinamiento deben mantenerse en casa, a menos que sus padres sean trabajadores esenciales que tengan que salir a trabajar y no tengan ninguna opción de cuidarlos en casa.
En respuesta, el gobierno federal ha anunciado que las guarderías o centros impactados por las órdenes de salud pública recibirán financiación adicional para mantener sus puertas abiertas.
El ministro de Educación, Alan Tudge, dijo que se proporcionarían entre $40 y $50 millones semanales en nuevas ayudas a dichos centros.
El nuevo paquete proporcionará el 25% de los ingresos de una guardería antes del confinamiento, si se ordena que los niños no asistan, y el 40% de los ingresos a las guarderías extraescolares.
La financiación también estará disponible para todas las guarderías que permanezcan cerradas durante cuatro semanas o más, independientemente de las órdenes específicas de salud pública que limiten la asistencia.
Se aplicará a los servicios de cuidado a niños a partir del séptimo día en que la Commonwealth declare un punto crítico de COVID-19 (Hotspot).
Se espera que el paquete de medidas proporcione un alivio inmediato a unos 3.600 servicios que atienden a niños en el gran Sydney, así como a otros 1.200 servicios en Melbourne y Canberra.
El fin de semana, los padres de Victoria se vieron en apuros tras el repentino anuncio de cerrar las guarderías a todos los niños, excepto a los vulnerables y a los hijos de los trabajadores autorizados.
Algunas guarderías afirman estar sufriendo un cierre prolongado y temen tener que despedir a los educadores o cerrar por completo.
Sin embargo, tanto las guarderías y los padres que dependen de sus servicios también temen que los niños puedan contagiarse con la variante Delta de la COVID-19 de normalizarse las actividades.
Entrevistadas:
Rosemary Watson, directora de una guardería familiar en Victoria.
Eliana Meneses, madre de un niño de menos de 2 años en Canberra.