El estado de Nueva Gales del Sur está enfrentando una de las inundaciones más catastróficas de su historia.
Hasta 500.000 personas en todo el estado estaban sujetas el jueves a órdenes o advertencias de evacuación.
El Servicio de Emergencias del estado de Nueva Gales del Sur (SES) recibió 3.166 llamadas de ayuda en 24 horas y durante la noche del miércoles emitió más de 20 órdenes de evacuación a decenas de miles de personas que viven en los suburbios del oeste, noroeste y suroeste de Sídney, incluidos Windsor, North Richmond, Camden y Milperra.
Eduardo Herrera, de origen ecuatoriano y residente en el área de Windsor, anegada por la subida del río Hawkesbury, se está preparando para lo peor.
"Hay mucho nerviosismo porque no sabemos cuánto más va a subir el agua. La gente no ha ido a trabajar para poder estar con sus familias y las escuelas están cerradas. Todos estamos a la espera de los anuncios de las autoridades", explicó a SBS Spanish.
La Oficina de Meteorología está advirtiendo de inundaciones repentinas potencialmente mortales y vientos dañinos con ráfagas máximas de más de 90 km / h.
El caudal de los ríos está aumentando extremadamente rápido debido a las lluvias torrenciales, y se estima que los desbordes en Hawkesbury-Nepean serán peores que los que afectaron la zona en marzo de 2021.
La gente estaba para las inundaciones, pero no para unas de esta magnitud.
Herrera no tiene duda de que esta subida de las aguas está superando la ya catastrófica inundación del pasado año.
"Para ir a trabajar (el año pasado) había solo una vía afectada que había que evitar pero en esta ocasión hay cinco carreteras cortadas y me toma 20 minutos llegar al trabajo, cuando en condiciones normales me toma cinco minutos".
Al problema del corte de las carreteras se suma la caída de árboles por el reblandecimiento del suelo anegado que no los puede sostener.
"Uno de los árboles ha colapsado esta mañana cerrando el acceso a mi domicilio, por lo que he tenido que pedir ayuda para poder cortar las ramas, el árbol, los troncos y limpiar el área", relató Herrera.
Más de 250 escuelas en todo NSW están cerradas y el SES continúa instando a las personas a evitar conducir, ya que hay carreteras inundadas y la visibilidad por las lluvias es reducida, aumentando los riesgos para las personas.
Carretera cortada por las inundaciones en Windsor, NSW Source: Eduardo Herrera (provided)
Las autoridades han pronosticado para las próximas horas inundaciones en las zonas ubicadas a lo largo de los ríos Hawkesbury y Nepean y Georges, en Menangle, North Richmond, Penrith y Windsor.
Otra Comunidad que tampoco esperaba un impacto tan fuerte del agua es la del área de Lismore, en el norte de Nueva Gales del sur.
Allí se ha confirmado hasta el momento la muerte de cuatro personas, dos hombres y dos mujeres.
Los lugareños describían en la mañana del jueves una "destrucción absoluta" en las calles de Lismore. La ciudad se vio afectada por la peor inundación registrada en la región y que comenzó el lunes por la mañana temprano.
Nelson Burgos, colombiano y residente en la población de Bexhill, próxima a Lismore, se libró de lo peor gracias a que su casa se encuentra en lo alto de una colina.
“El nivel de agua cubrió varias carreteras y estamos atrapados en una montaña, pero estamos bien, ya tenemos la electricidad que estuvo cortada durante un día. Tenemos agua potable pero muchas casas han perdido el suministro”.
“No hemos podido ir a trabajar, mi esposa es chef y ella trabajaba en Lismore y no está trabajando. Yo he estado trabajando en casa desde el viernes y ha sido complicado por los cortes de luz” , describió.
En algunas zonas de Lismore el agua alcanzó los 14,4 metros de altura.
Hogar afectado por las inundaciones en Lismore Source: Supattra Chapman
“Es muy triste, algunos de nuestros amigos lo ha perdido todo”, relató Burgos a SBS Spanish.
“La gente ha estado preparada para las inundaciones, pero no de esta magnitud”.
“El domingo estábamos reunidos con amigos en un cumpleaños y cuando se dio la voz de alarma, los que tenían negocios o casas en la parte baja del valle lo subieron todo al segundo piso, como harían ante una alerta, pero en esta ocasión el nivel del agua superó el segundo piso, por lo que las precauciones no sirvieron de nada y lo perdieron todo. Están devastados".
Según explicó Burgos, los vecinos más afortunados han unido fuerzas para ayudar a los que no han tenido tanta suerte.
“La comunidad es muy unida aquí y a través de un grupo de WhatsApp o Facebook, hemos estado dando comida, ropa seca, toallas y acogiendo familias”.
“Afortunadamente mi empleador nos dice que si necesitamos ayudar a los vecinos, esa es una prioridad, nos ha dado esa flexibilidad lo cual es muy bonito”.
"Alivia ver la ayuda que la gente presta, esa es la esperanza que se ve".
Escucha el podcast con las entrevistas a los afectados presionando la imagen de portada.
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Deportes SBS Spanish | 3 marzo 2022
