Puntos destacados
- El 95 por ciento de la población es cristiana y el 32 por ciento católica
- Uno de cada tres hombres reconoce haber maltratado a su esposa
- Más de un millón y medio de mujeres y niñas de Papúa sufren violencia de género
Sinopsis:
El Papa Francisco se encuentra inmerso en la gira más larga de su pontificado. Está recorriendo 32.000 kilómetros en 11 días por varios países de Asia Pacífico. Este fin de semana, visitó por primera vez Papúa Nueva Guinea, una nación que cuenta con más de un 95 por ciento de critianos, de los que un 32 por ciento son católicos. También es uno de los países más inseguros para las mujeres y los niños con unas tasas de violencia doméstica desorbitadas. El Papa abordó este tema durante su estadía, sin embargo, ¿servirá su visita para cambiar las cosas?
Paula Vargas, la Jefa de Protección Infantil de Unicef en Papúa Nueva Guinea, nos explica lo que ha significado la presencia del ponífice en el país. Desvela que hay gente que ha acudido a pie desde las zonas de montaña a Port Moresby, la capital, para formar parte de la misa. Ese viaje es en ocasiones muy peligroso, especialmente para las mujeres y las niñas.
La violencia tribal en el país, la pobreza, las consecuencias de los constantes desastres naturales -como el deslizamiento de tierra que sepultó a más de 2.000 personas en mayo- y otros factores hacen que el maltrato a las mujeres y a las niñas sea enorme. Vargas cuenta en esta entrevista cómo la brujería sigue siendo uno de los principales problemas de esta nación que tiene más de 800 lenguas. La violencia doméstica queda a menudo justificada por estas prácticas esotéricas que acaban en tortura y que son perseguidas por el Gobierno. A pesar de ello, son imparables por ahora.
El mensaje del Papa Francisco se ha enfocado en la paz y en valorar el papel de las mujeres, sin embargo, está por ver si calará más allá de la población católica y si llegará a las tribus repartidas por toda la nación.