Investigadores australianos, dirigidos por el bioquímico argentino José Polo de la Universidad de Monash y la Universidad de Adelaida, junto con la profesora Kanta Subbarao de la Universidad de Melbourne y del Instituto Peter Doherty para la Infección y la Inmunidad, han logrado determinar cómo COVID-19 puede infectar la placenta humana.
Los hallazgos de la investigación, publicados el 14 de julio en Nature Cell Biology, un periódico científico, son considerados históricos debido a su implicancia en la lucha contra futuras pandemias y por el método utilizado para cultivar las células de placenta.
Lo que esperamos, la comunidad científica.... [es] ... entender cómo bloquear la entrada de un virus en un cuerpo humano, desde el Zika hasta nuevas variantes de COVID.Dr. José Polo
Los investigadores cultivaron tejido de placenta en un laboratorio, utilizando un método de vanguardia desarrollado por el profesor Polo y sus colegas, que implica el uso de células de la piel humana para "reprogramarlas" en células madre trofoblásticas (las células que ayudan a un embrión en desarrollo a adherirse a la pared del útero, formando parte de la placenta).
El equipo descubrió que la proteína ACE2, que actúa como la puerta de entrada para que el virus SARS-CoV-2, que causa la infección COVID-19, ingrese a órganos como el pulmón, está presente en células específicas de la placenta, conocidas como ST, por sus siglas en inglés.
El descubrimiento revela que estas células ST son susceptibles al virus, un hallazgo importante debido a que estas células de la placenta son responsables de producir la hormona hCG, clave para mantener un embarazo.
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El Dr. José Polo, líder del equipo de investigación, afirma que el descubrimiento tiene implicaciones para el campo de la obstetricia y la atención médica prenatal.
“Lo que esperamos, la comunidad científica y de células madre, es que apenas haya un nuevo virus o un virus viejo que no hemos podido estudiar bien, que podamos estudiarlo primero en el laboratorio, sin exponer pacientes, sin exponer personas, y estudiarlos con estos tejidos creados en un laboratorio para poder entender cómo bloquear la entrada del virus en un cuerpo humano, desde el Zika hasta nuevas variantes de COVID, y así parar el efecto del virus, muy rápidamente,” señala el científico en entrevista con SBS Spanish.
Por su parte, el Dr. Joseph Chen, biólogo de células madre de la Universidad de Monash y coautor del estudio, destaca en un comunicado de la universidad que este descubrimiento ayuda a explicar los hallazgos de varios de los informes clínicos anteriores.
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"Observamos que la infección por SARS-CoV-2 condujo a una reducción significativa en la supervivencia y diferenciación de las células ST, lo que a su vez resultó en una menor producción de la hormona hCG", afirma.
"Los resultados sugieren que así es como COVID-19 podría afectar el embarazo, aunque se necesitan más investigaciones".
El profesor Polo hizo hincapié en la importancia de la investigación para establecer una plataforma para estudiar los primeros tipos de células de la placenta.
Este estudio no solo nos ayuda a comprender qué sucede cuando la placenta se infecta con el virus COVID-19 durante el embarazo, sino que también significa que hemos establecido una plataforma más amplia, escalable y manejable para estudiar los primeros tipos de células placentarias.Dr. José Polo
“Porque tenemos esos tejidos en el frízer, que son células, y muy rápidamente pueden ser puestos en práctica", agrega el bioquímico.
El Dr. Polo dice que el gobierno de Australia respalda este programa, a través de las universidades, para estar mejor preparados ante otra emergencia sanitaria.
"Una de las formas que están diagramando para estar preparados es tener estos programas celulares listos para ponerlos en práctica en cuanto se necesiten para lidiar con nuevas afecciones, toxinas, virus o bacterias lo más pronto posible".
El científico destaca que el descubrimiento ayudará a los gobiernos a mejorar sus planes de contingencia para lidiar con futuras pandemias y también para poder probar nuevas drogas sin mayores demoras.
El legado del Dr. José Polo en Australia
Esta no es la primera vez que el bioquímico argentino lidera un equipo de científicos.
En 2021 un equipo internacional bajo su dirección, creó un modelo artificial de embrión humano con el fin de ayudar a desvelar la "caja negra" de las primeras etapas del desarrollo humano y promover la investigación para evitar los abortos espontáneos y malformaciones físicas en fetos.
Los hallazgos de esta investigación fueron publicados en un artículo de la revista Nature, que explicó cómo los científicos desarrollaron este método para producir en laboratorio un blastocisto o “blastoide”, que es como se conoce a la primera fase del embrión, unos diez días después de la fecundación del óvulo.
El equipo internacional logró reprogramar células de la piel para convertirlas en estructuras tridimensionales parecidas a las primeras etapas de los embriones humanos.
Hasta entonces, la creación de blastocistos en el laboratorio sólo se había llevado a cabo en animales; en 2018, investigadores holandeses lograron producirlos a partir de células madre de ratón.
Para realizarlo con humanos, equipos de investigadores tanto en Australia como Estados Unidos, adelantaron el estudio usando métodos alternativos.
El equipo del Dr. José Polo realizó el estudio de 2021 con células de piel de personas adultas.