El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso anunció en la red social X (antes Twitter): "He solicitado apoyo al FBI para la investigación del asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio Valencia. La Agencia Federal de Investigación e Inteligencia de Estados Unidos aceptó nuestra petición y en las próximas horas una delegación llegará al país".
El estado de excepción decretado durante 60 días permite el patrullaje de militares en las calles de este país azotado por la violencia ligada al narcotráfico, y busca garantizar el desarrollo de los comicios.
Villavicencio, un experiodista de 59 años y de centro que destapó varios casos de corrupción, murió el miércoles al ser baleado cuando abandonaba un polideportivo en el norte de la capital después de encabezar un mitin.
Había denunciado la semana pasada amenazas contra él y su equipo de campaña.
Lasso responsabilizó del ataque a miembros del "crimen organizado" y advirtió que "les va a caer todo el peso de la ley". "Este crimen no va a quedar impune", aseguró.
El candidato de los movimientos Construye y Gente Buena era uno de los ocho presidenciables para los comicios anticipados en Ecuador, un país que fue durante décadas un oasis de paz en Sudamérica pero que comenzó a cambiar hace unos años a raíz de vínculos con cárteles mexicanos y colombianos.
La tasa anual de homicidios en el país casi se duplicó en 2022 a 25 homicidios por cada 100.000 habitantes. Las matanzas carcelarias dejan más de 430 reclusos muertos desde 2021.
El atentado dejó también nueve heridos, incluido una candidata a asambleísta y tres policías, según el último saldo oficial. Un presunto atacante también falleció a causa de un cruce de balas con personal de seguridad y seis personas están detenidas, según la fiscalía.
Luto nacional
En el sitio del asesinato han dejado un ramo de rosas blancas y un cartel con una leyenda: "Malditos NARCOPOLÍTICOS pagarán. Por siempre Fernando T.Q.M." (Te Quiero Mucho).
"Estamos de luto, (Villavicencio) era una esperanza de honestidad de nuestro país, un candidato que denunció toda la corrupción de la narcopolítica", dijo a la AFP Ruth Flores, un ama de casa de 65 años.
"Este es un crimen político que adquiere un carácter terrorista y no dudamos que este asesinato sea un intento de sabotear el proceso electoral", añadió Lasso, que decretó luto durante tres días.
El médico Carlos Figueroa, un amigo de Villavicencio que le acompañaba en el momento del atentado, dijo que los atacantes realizaron unos 30 disparos.
El diario El Universo, el principal del país, señaló que Villavicencio fue asesinado "al estilo sicariato y con tres tiros en la cabeza". La policía detonó un artefacto explosivo hallado en el sitio del atentado.
Villavicencio había indicado que era blanco de amenazas de la mayor organización delictiva de Ecuador, Los Choneros, cuyo líder esta detenido.
El movimiento Construye exigió el jueves la creación de una comisión internacional que investigue el asesinato de su "valiente" líder. "No vamos a permitir que la narcopolítica siga campante y se burle una vez más de la justicia", indicó en un comunicado.
"Un ataque a la democracia"
Villavicencio, exmiembro de la Asamblea Nacional disuelta por Lasso en mayo para dar paso a comicios anticipados, aparecía segundo en intención de voto con 13,2%, detrás de la abogada Luisa González (26,6%), afín al exmandatario socialista Rafael Correa (2007-2017), según la última encuesta difundida por la empresa Cedatos.
Estados Unidos, España, Chile, la Unión Europea y la misión de observadores de la OEA condenaron el crimen.
Es un "descarado acto de violencia y ataque a la democracia ecuatoriana", afirmó el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan.
"Es un ataque contra las instituciones y la democracia de Ecuador (...) todos los candidatos a las elecciones deben beneficiarse de rigurosas medidas de protección para garantizar un proceso electoral libre y democrático", declaró el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.
González y otros candidatos presidenciales como Yaku Pérez (líder indígena de izquierda, tercero con 12,5%) y Otto Sonnenholzner (exvicepresidente de derecha, cuarto con 7,5%) anunciaron la suspensión de sus campañas y deploraron el asesinato.
Como periodista, Villavicencio -un acérrimo opositor del correísmo- destapó un esquema de corrupción por el que Correa, quien desde 2017 vive en Bélgica, fue condenado en ausencia a ocho años de prisión.
Después, ejerció como presidente de la comisión legislativa de Fiscalización, donde continuó denunciando casos de corrupción.
Un aspirante a diputado también fue asesinado durante esta campaña electoral, así como dos candidatos a alcaldías antes de los comicios locales de febrero.