El canto de las ballenas puede hacer dormir a algunas personas, pero estos sonidos en particular han entusiasmado a los investigadores de la Universidad de Nueva Gales del Sur.
Y es que las ballenas que emiten esta música son una nueva población de la subespecie pigmea de ballena azul, descubierta el año pasado.
La ballena azul es el animal más grande del mundo y, aunque la subespecie pigmea es más pequeña que otros miembros de su género, puede llegar a medir hasta 24 metros de longitud.
Tracey Rogers, catedrática de Ecología de la Universidad de Nueva Gales del Sur, y quien formó parte del equipo que identificó esta subespecie, dice que “aunque se llaman pigmeas, siguen siendo enormes, no podrías distinguir entre una ballena azul antártica y una ballena azul pigmea si estás en el agua con una".
Pero lo que diferencia a la ballena azul pigmea de Chagos de otras ballenas azules pigmeas es la naturaleza de su canto.
Los investigadores descubrieron la ballena pigmea cuando su canto fue captado por detectores de bombas submarinas en las profundidades del Océano Índico.
Conocidos como hidrófonos, estos instrumentos se han instalado en todo el mundo en virtud del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares de las Naciones Unidas, para vigilar cualquier prueba nuclear ilegal.Pero los científicos también los utilizan para recoger datos sobre la actividad sísmica, la vigilancia meteorológica y las poblaciones animales.
Blue Whale - tail fluke (Balaenoptera musculus) Source: AAP/Mary Evans/Ardea/M. Watson
El equipo ha analizado datos de 18 años para elaborar una imagen completa de cómo ha cambiado la población de ballenas azules pigmeas de la zona a lo largo del tiempo.
Utilizaron un algoritmo para analizar más de un millón de horas del canto de la ballena durante ese periodo.
Descubrieron que la frecuencia de su canto aumentó con el tiempo, lo que sugiere que su población podría estar creciendo.
La autora principal de la investigación, Lyra Huang, afirma que el correspondiente aumento de krill en el mismo lugar lo convierte en un atractivo lugar de alimentación para las ballenas.
Utilizamos algunas grabaciones acústicas de las llamadas de las ballenas para entender su presencia. Y descubrimos que, en el lado sureste, hay más ballenas cuando hay más comida.
Los científicos aún no saben cuántas ballenas azules pigmeas de Chagos hay, pero Tracey Rogers dice que los hallazgos son una buena noticia para una de las muchas especies en peligro de extinción del mundo.
Las ballenas azules, como especie, son realmente significativas, porque son los animales más grandes que han existido, más grandes que los dinosaurios. Y pensamos que casi las hemos perdido.
Las ballenas azules son notoriamente difíciles de estudiar porque son tímidas, viven lejos de la costa y no suelen hacer erupciones, como sus primas jorobadas.
Por eso es habitual utilizar grabaciones acústicas para saber más sobre ellas.
Existen diversas leyes, proyectos y organizaciones en pro de la protección de las ballenas. Pero si quieres ayudar a que permanezcan en nuestros mares, puedes contribuir con acciones como reducir y reutilizar al máximo los materiales reciclables.
Si vas a la playa o a pasear, o a hacer un viaje en barco, no arrojes residuos en la arena o en el mar y evita las actividades turísticas que implican acercarse a estos animales de forma irrespetuosa con ellos y con el entorno.
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