Un nuevo informe elaborado por el Programa Nacional de Monitoreo de Drogas y Aguas Residuales, es el cuarto de una serie de nueve informes públicos que detallan los hallazgos sobre el uso de drogas en las principales ciudades del país pero también en áreas regionales de toda Australia.
El último informe ha encontrado que la metanfetamina, o ice, sigue siendo la droga ilícita más usada en el país, con un consumo en aumento desde agosto pasado, aunque también desvela que el alcohol y la nicotina siguen siendo las drogas legales más consumidas.
La Dra. Hester Wilson, presidenta de la Facultad Nacional de Interés Específico en Adicciones del Colegio australiano de médicos, explica que el hallazgo sobre el uso del ice ofrece una imagen variada sobre el consumo de drogas.
"Respecto a la metanfetamina, curiosamente, el uso general de esta droga se ha reducido. Pero lo que ha subido es el porcentaje de personas que usan crystal meth o ice, que es una forma muy potente y muy pura, y se está utilizando con más frecuencia, y es más probable que cree adicción, y que además cause daño. Es un proceso interesante. Y no hay duda de que las personas en nuestra comunidad continúan usando sustancias legales e ilegales que les están haciendo daño y como resultado, causando daño en la comunidad", explica Wilson.
El informe señala que sólo entre enero y agosto de 2017 se consumieron más de ocho toneladas de metanfetamina, tres toneladas de cocaína, 1,2 toneladas de MDMA (éxtasis) y 700 kilogramos de heroína.
Australia del Sur registró el mayor consumo per cápita de metanfetamina, mientras que Australia Occidental mostró el mayor consumo regional promedio en diciembre. La Comisión Australiana de Inteligencia Criminal dice que los mayores efectos de la delincuencia tienen su origen en el comercio de sustancias ilícitas introducidas por grupos del crimen organizado.
Tommy, en su nombre ficticio, tiene 22 años y se está recuperando de su adicción al ice, después de robar a sus padres, en una tienda de alimentación y tener enfrentamientos físicos con sus hermanos mientras consumía la droga. Ahora mientras se recupera, ha explicado a SBS que la adicción le puede pasar a cualquiera.
"Conozco a médicos y a abogados que se han visto afectados por esto. Realmente no discrimina. Creo que o eres un adicto o no, y el ice es una droga muy disponible y que funciona. Es realmente difícil verlo como lo que es cuando estás atrapado en ello. Este es siempre el problema con la adicción, está bien acercarse y pedir ayuda", explica Tommy.
El informe también encontró que el consumo de cocaína se había duplicado en las principales ciudades de Australia y que casi se triplicó en algunas ciudades regionales en el mismo período.
La oxicodona y el fentanilo, unos medicamentos con receta y que implican cierto potencial de abuso, mostraron niveles de consumo elevados en varios lugares regionales, muy por encima de las ciudades capitales.
Mientras tanto, el consumo de heroína varía ampliamente, con cantidades mínimas detectadas en el Territorio del Norte, pero niveles altos registrados en Victoria y el Territorio de la Capital Australiana.
Geoff Munro, gerente nacional de política de la Fundación para el Alcohol y las Drogas, dice que las drogas legales como la oxicodona son las que están causando el mayor daño.
"Esta droga ha devastado comunidades enteras en los Estados Unidos, y estoy realmente preocupado de que muchos australianos estén tomando altos niveles de opioides recetados. Y el análisis de aguas residuales confirma eso. Creo que lo que el público necesita entender es que la sobredosis y las tasas de mortalidad producidas por opiáceos recetados superan a las muertes por drogas ilícitas, así que las personas enfrentan una mayor amenaza de los opiáceos recetados que de una droga como el cristal Meth o el ice, que, por supuesto, se lleva los grandes titulares".
La Dra. Hester Wilson dice que este informe muestra que algunas categorías están mejorando, como el rechazo al tabaquismo y el hecho de que los jóvenes están retrasando el comienzo de consumo de alcohol:
"Ahora beben menos adultos jóvenes. Y también hay menos personas que en realidad están bebiendo a esos niveles altos que les pone en riesgo de sufrir daños severos por el alcohol. Pero no ha habido cambio en la cantidad de personas que beben a niveles de riesgo en una sola ocasión, y el grupo de mayor edad, gente de entre 50 y 60 años, en realidad están bebiendo a niveles de mayor riesgo".
La doctora Wilson dice que aunque Australia ha sido líder mundial en algunas áreas de tratamiento de drogas y alcohol, hay un desequilibrio en la asignación de fondos:
"Necesitamos abordar esto desde los principios de la minimización de daños. Eso significa una reducción en la oferta, por lo que nuestra Aduana y policía son realmente importantes en eso, en reducir la demanda y también en reducir los daños. Y parte de eso depende de que se destine más dinero para apoyar los programas de intervención temprana. Y los médicos de familia están en una posición ideal para ser parte de esta intervención, pero necesitamos apoyo para hacerlo".
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