Puntos destacados:
- Movimientos de ultraderecha acumulan cada vez más votantes en países como Francia, Alemania, España y Estados Unidos, entre otros.
- El fascismo histórico que surgió en Europa en el período de entreguerras sirve de inspiración para algunos de estos grupos.
- El académico experto en fascismo, Ángel Alcalde, dice que no es correcto llamar neo-fascistas a los partidos de ultraderecha, aunque se inspiren en esa ideología.
Sinopsis:
Los movimientos políticos considerados como de ultraderecha han aumentado ostensiblemente su popularidad en muchos países del mundo. Naciones tan diversas como Estados Unidos, Italia, Argentina, Brasil o Hungría, han elegido presidentes o primeros ministros considerados afines a la derecha más radical. Mientras que, en otros países como Alemania, Francia o España, partidos políticos inspirados en esa ideología ganan cada vez más adeptos.
El rechazo a la inmigración masiva proveniente desde países considerados menos desarrollados; el rescate de la identidad nacional y de tradiciones supuestamente en peligro debido a la globalización; la oposición al aumento de los derechos de las minorías sexuales; la defensa del nacionalismo, el autoritarismo y el uso del populismo político, son algunas de las características que definen a estos nuevos movimientos de ultraderecha.
Algunos expertos han alertado de los peligros del auge de estos partidos y lo equiparan al ascenso del fascismo previo al inicio de la Segunda Guerra Mundial y sus consecuencias.
¿Pero es correcto asociar a estos partidos y políticos de ultraderecha con el fascismo histórico? ¿existen lazos o vínculos entre estos movimientos contemporáneos de ultraderecha y la antigua ideología fascista?
En SBS Audio entrevistamos al académico experto en historia del fascismo de la Universidad de Melbourne, Ángel Alcalde.
Escucha la entrevista en el podcast localizado en la parte superior de esta página.