Puntos destacados:
- Alicia Mora-Hyde, inmigró a Australia de Chile a la edad de 29 años para un futuro mejor.
- Trabajó en Sídney como niñera para un empresario local, el propietario de Igra Co. una fábrica de paraguas.
- El dueño le vendió el negocio a Alicia hace más de veinte años y ahora ella hace el trabajo de seis personas para preservar el antiguo oficio de fabricar paraguas artesanales.
De no ser por una inmigrante chilena con ética del trabajo, lealtad a una familia que la empleaba como niñera y amor por un arte que ha desaparecido, Australia habría perdido la última fábrica de paraguas artesanales nacional hace más de treinta años.
Mora-Igra Umbrellas es la única compañía en Australia que continúa produciendo paraguas artesanales, y la dueña de este negocio unipersonal es Alicia Mora-Hyde, una inmigrante chilena de 82 años que elabora, distribuye y promociona paraguas ‘hechos a medida’ desde su fábrica en la ciudad de Brisbane.
La empresaria chilena que llegó a Australia a los 29 años no solo es dueña de un negocio único sino también de las instalaciones de la fábrica desde donde elabora todos sus paraguas artesanales.
“Hay cosas que tiene este negocio que no tiene nadie”, explica a SBS Audio Alicia Mora-Hyde, refiriéndose a los materiales antiguos, los métodos tradicionales y máquinas de más de medio siglo que utiliza para fabricar todos sus paraguas.
Alicia (derecha) con una cliente en su taller.
Hay cosas que tiene este negocio que no tiene nadie... y me da mucho auge para seguir haciendo lo que estoy haciendo.Alicia Mora-Hyde
Con un espíritu luchador y una determinación de hierro ante los desafíos del paso del tiempo, Alicia afirma que lo último en su mente en este momento es la jubilación.
“¡No! Not in a million years! (ni en un millón de años). El futuro siempre está ahí … uno tiene que buscarlo. Si ve que tiene un punto negativo hay que tratar de buscar el positivo porque el positivo siempre va a estar ahí. Yo cuando me arranqué de mi casa nadie lo hubiera hecho con 17 años, nadie, porque no tenía plata, no tenía nada,” afirma a SBS Audio, Alicia Mora-Hyde.
Alicia Mora-Hyde, la inmigrante chilena a quien más de una persona la ha llamado “la última fabricante de paraguas en Australia”. Foto: suplied by AMH
Pero ya en la década de los ochenta cambió la moda en Australia y aumentó la oferta de paraguas económicos de China forzando a las compañías locales a cerrar o evolucionar.
Mangos antiguos que Alicia preserva para elaborar paraguas "a medida".
“En un momento había visto un invoice (recibo) del año 1949 por £5.000 por un pedido de paraguas, que en ese entonces era mucha plata”, señala Alicia.
De niñera a dueña de una empresa con sello hispano
La historia de Alicia y su empresa de paraguas comenzó en Sídney en los años setenta, cuando trabajaba como niñera para los dueños de ‘Igra Co.’, fabricantes de paraguas australianos desde 1948.
Aparte de criar a los dos hijos de la familia, a Alicia el dueño le ofreció trabajar en la fábrica en un momento de elevada productividad. Fue ahí fue donde empezó a familiarizarse con el mercado de los paraguas.
“El dueño me dijo que (en la fábrica) iba a encontrar gente con la que podría interactuar porque eran todos inmigrantes… Ahí empecé”, explica Alicia aclarando que en ese momento hablaba muy poco inglés.
El negocio tuvo éxito hasta finales de los años ochenta cuando la expansión del comercio internacional de bienes y servicios se disparó y la empresa no pudo adaptarse a los efectos de la globalización. Las importaciones baratas producidas de forma masiva saturaron el mercado de los paraguas australianos y sellaron el futuro de la compañía y el sector.
Alicia cuenta que el dueño, Michael Igra, decidió retirarse en la década de los años noventa porque estaba “cansado y los paraguas ya no se vendían como antes” pero además, porque a ninguno de sus hijos o parientes de sangre, le interesaba seguir con la empresa.
Alicia con una de sus sombrillas de sol.
“Y lo compré (el negocio) con puro protocolo. Pagué muy poco … porque nadie lo quería”, recuerda.
Como Alicia era soltera, consideró que el negocio le podría brindar cierto grado de seguridad financiera. Además le permitiría seguir empleando los conocimientos técnicos que había aprendido de una familia con la que había cultivado una estrecha relación.
Compré (el negocio) con puro protocolo. Pagué muy poco … porque nadie lo quería.Alicia Mora-Hyde
“Me enamoré de los niñitos. Hasta me enamoré del viejo. No enamorar de enamorar, sino me encariñé, porque era una buena persona. Como yo no tenía a nadie más [en Australia] … era como [estar] en el mar y te caes al agua y hay un solo palo … es lo único que te puede salvar”.
La resistencia contra la globalización
En la actualidad los paraguas de Mora-Igra son elaborados por Alicia desde su fábrica en Brisbane con las mismas máquinas de los años 50 que pertenecían a la empresa original y con los mismos diseños y piezas artesanales del siglo pasado.
Paraguas para hombre de Mora-Igra Umbrellas.
“Primero que nada los diseños son antiguos y de origen europeo y los marcos son mejores [que los de ahora porque] son de la vieja era. Hay unos que son British [británicos] que se llaman Fox… [esos marcos] son los mejores y todavía me quedan varios.”
Alicia en su taller en Brisbane.
“Mi compañía se llama Mora-Igra, Mora porque es mi nombre de soltera, pero … yo mantengo el nombre Igra … porque Igra era un master [maestro] de los paraguas, era un don… este señor era mágico, hacia cosas increíbles… era artista de pintar y artista de paraguas. Era un hombre de muchos talentos. Trajo las ideas europeas y aquí se convirtió en un magnate realmente”.
En la época de Michael Igra seis personas manejaban una maquina cada una para producir un paraguas. Ahora los paraguas se fabrican con una sola persona en la línea de producción; Alicia.
Mi compañía se llama Mora-Igra, Mora porque es mi nombre de soltera, pero … yo mantengo el nombre Igra … porque Igra era un master [maestro] de los paraguas.Alicia Mora-Hyde
“[Tengo] seis máquinas para hacer un paraguas, (por eso) soy diferente, no hay otra en el mundo que haga paraguas como yo… eso no lo hace nadie más”, explica Alicia.
Alicia en su taller, rodeada de los elementos que utiliza para elaborar sus paraguas.
De humilde campesina a exitosa empresaria
Alicia llegó a Australia en 1971 con 29 años, sola y sin experiencia alguna fuera de Chile. Nació en una zona rural de Chile en una familia de bajos recursos que tenía once hijos que alimentar.
La única urbe importante que había visitado antes de partir hacia la ciudad australiana de Sídney era Temuco, la capital de la provincia de Cautín en el sur de Chile. Y es que consideraba que el campo no le ofrecía las oportunidades que buscaba, por eso abandonó su familia a los 17 años de edad y se fue a vivir a otro hogar en Temuco, donde la dueña le había prometido techo, cama y ayuda para completar el liceo, a cambio de labores domésticas.
“Era como una criada. Tenía que lavar y hacer todas las cosas [tareas de la casa]… ella [la dueña de la casa] cocinaba solamente”, recuerda Alicia.
Pero el arreglo no funcionó y Alicia terminó siendo echada por la dueña de la casa.
“Yo pensé que todo iba a funcionar [en Tamuco en esa casa]… pero cuando fui a estudiar y pasé bien el año, [a la dueña] no le gustó y me dijo, ‘tú te estás poniendo muy arrogante’, pero yo no estaba más arrogante de lo que normalmente era, ‘así que yo no te puedo tener aquí’, me dijo”.
Era como una criada. Tenía que lavar y hacer todas las cosas [tareas de la casa]… ella [la dueña de la casa] cocinaba solamente.Alicia Mora-Hyde
Pero para Alicia no había vuelta atrás. Impulsada por el coraje y las ganas de progresar, buscó ayuda en la casa de otro conocido en la misma ciudad, durmiendo en el piso, estudiando durante el día y trabajando por la tarde por varios años. Así sobrevivió una de las etapas más duras de su vida.
“Yo siempre he peleado por mi vida, he luchado por mí misma… Estudié el segundo año [de la secundaria], pero no pasé el año porque tenía todos estos trastornos [por lo que había pasado]”.
Algunos de los paraguas de Alica para las mujeres.
En 2017 perdió a su esposo, George ‘John’ Hyde, a quien conoció cuando tenía más de sesenta años.
Todavía lamenta el fallecimiento del único hombre que amó, pero le consuela saber que los quince años que compartieron juntos fueron los más enriquecedores y felices de su vida.