Sinopsis
El aborto y los derechos de la población LGTBI dividieron a las organizaciones de sociedad civil durante la edición 53 de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), que arrancó en Washington con los derechos humanos como tema central.
Del 21 al 23 de junio, los 34 países del continente americano celebran su Asamblea General con representantes de gobiernos, sociedad civil y países observadores.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, abrió el telón a la primera discusión oficial del pleno con representantes de la sociedad civil, para escuchar sus perspectivas sobre cómo avanzar en un trabajo de cultura democrática con base de derechos humanos.
Los debates concluirán con una resolución del pleno de la Asamblea General de la OEA. Mientras activistas conservadores denuncian que los borradores de las resoluciones están plagados de contenido abortista y agenda LGBTI que consideran injerencia ideológica inaceptable y en abierta contradicción con la Convención Americana de Derechos Humanos.
En medio de aplausos, decenas de activistas conservadores expresaron su preocupación por el "avance" en la región de lo que llaman "ideología de género" y pidieron que se respetara la vida "desde la concepción".
En tanto, la activista mexicana Amalia Villareal, dijo que el debate en torno a temas de género y de derechos reproductivos en la región se ha visto "coaccionado" bajo una "estigmatización de discursos de odio y homofobia" que “en muchos casos no existe.
Por su parte, María Elena Gómez, de la coalición Construyendo Nuevos Horizontes denunció el avance de la ideología de género que incluye el concepto de las infancias trans, señalando que va más allá del cambio de nombre en una identificación ya que comprende mutilación de órganos sano.
En contraste con la visión de estas organizaciones, activistas en defensa de las personas LGTBI y a favor del acceso al aborto pidieron que se respetaran los derechos reproductivos y humanos en el continente americano.
María Teresa Blandón, activista y feminista nicaragüense, recordó el emblemático caso Beatriz, una joven salvadoreña ya fallecida que en 2013 solicitó interrumpir su embarazo y se le impidió, y que está siendo estudiado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos.