Al explicar las nuevas restricciones que aplican a la compra de municiones y armas de fuego, la ministra de la policía de Victoria, Lisa Neville, destacó que ' estamos pasando por una época de increíble estrés ' y que al gobierno le preocupa el aumento en el número de personas que en las últimas semanas han tratado de comprar armas de fuego.
Neville anunció que la cifra de personas intentando adquirir ciertas categorías de armas de fuego y municiones se había duplicado en la última semana de unos 1,000 a 2,200, y agregó que la pandemia de coronavirus ha convertido la vida de muchos habitantes en una ‘situación increíblemente estresante’.
"Sabemos que existen presiones en entornos donde ya hay violencia familiar, en los sitios de trabajo y entre las personas que pasan mucho tiempo juntas", dijo.
"También nos preocupa que haya armas de fuego y municiones adicionales en nuestra comunidad a las que puedan acceder los delincuentes, especialmente en un momento en que es mucho más difícil importar armas de fuego, por el entorno actual".
Neville aclaró que las restricciones sólo se aplican a las personas que quieran obtener armas para uso deportivo o tiro recreativo.
“Las medidas no afectan a los productores primarios o a las personas que necesitan armas, como los guardias de seguridad o de cárceles”.
Por su parte el comisionado adjunto de la policía de Victoria, Shane Patton, rechazó la hipótesis de que las restricciones crearían un mercado negro de venta de armas.
"Estamos revisando continuamente nuestras tasas de criminalidad", dijo. "Hemos visto una disminución en la delincuencia durante la última semana, pero hemos notado un leve aumento en algunos robos comerciales y un ligero aumento en la violencia familiar.
"Continuamos monitoreando estas áreas y asignaremos los recursos necesarios en las categorías específicas”, afirmó.
Las medidas de restricción podrían proteger a muchas víctimas que están encerradas con sus abusadores y cuyos hogares se han convertido en ‘ollas a presión’.
Pero el diputado para el Partido de los Tiradores, los Agricultores y los Pescadores de Victoria, Jeff Bourman, describió las medidas como "un disparate total".
"Haznos la cortesía de admitir que implementaron las medidas porque es fácil hacerlo con el sector de la sociedad que más respeta la ley", escribió Bourman en Twitter.
Varios organismos que ofrecen servicios de apoyo a las víctimas de violencia familiar en Melbourne han declarado a la cadena de noticias australiana ABC, que algunos hombres abusivos han estado utilizando la pandemia como excusa para cometer actos ‘espantosos de violencia' contra sus parejas
Liz Thomas, directora ejecutiva de la organización de servicios sociales Wayss, que ayuda a las víctimas de violencia familiar en el sureste de Melbourne, dijo a la ABC que las medidas de restricción podrían proteger a muchas víctimas que están encerradas con sus abusadores y cuyos hogares se han convertido en ‘ollas a presión’.
Indica que los trabajadores de primera línea que asisten a victimas de violencia doméstica han evidenciado un incremento en los casos de violencia doméstica y familiar.
Thomas dijo que la cantidad de solicitudes que la policía está enviando para acceder a los servicios de su organización ha aumentado de un promedio de 120 por semana a 209 en los últimos siete días.
"Las personas que eran vulnerables ahora son más vulnerables que nunca", dijo.
Mientras en Estados Unidos, el miedo al coronavirus impulsa la venta de armas
Las restricciones en la compra de municiones y armas en el estado australiano de Victoria se produce días después que la venta de armas se disparó en Estados Unidos, país azotado por un aumento en el número de infectados por el coronavirus.
Según las autoridades, las personas almacenan armas y municiones por temor a que la pandemia pueda desencadenar disturbios sociales.
"Hemos tenido un aumento de alrededor del 800% en las ventas", dijo David Stone, propietario de la tienda Dong's Guns, Municiones y Recargas en Tulsa, Oklahoma.
Stone dijo a la AFP que la mayoría de los clientes que se apresuran a abastecerse de armas de fuego y municiones son compradores primerizos que se apoderan de cualquier cosa disponible.
"Es el miedo al coronavirus", explicó. "Yo mismo no lo entiendo y creo que no es razonable".
Este incremento en la venta de armas se ha experimentado en todo Estados Unidos, ante el temor colectivo a un derrumbe del orden social si se intensifica la crisis sanitaria y económica causada por el virus.
Tiffany Teasdale, propietaria de Lynnwood Gun, ubicada en el estado de Washington, uno de los estados más afectados por el coronavirus, atestigua el aumento masivo en la venta con clientes inclusive haciendo fila una hora antes de que la tienda abra.
"Solíamos tener lo que llamaríamos días muy ocupados, de 20 a 25 armas de fuego vendidas", dijo Teasdale, que contrató a un portero para mantener a los clientes bajo control. "Hoy, estamos viendo más de 150".
"Mucha gente está comprando escopetas, pistolas, AR-15 (rifles semiautomáticos)", dijo Teasdale, cuya tienda está abierta los siete días de la semana y aseguró que algunos productos comienzan a escasear.
Al igual que Stone, dijo que la mayoría de sus clientes son compradores primerizos que se someten a una verificación de antecedentes y, si es necesario, reciben un curso rápido sobre cómo manejar su nueva arma.
"Tenemos hombres, mujeres, jóvenes, de mediana edad, mayores, todos comprando armas", siguió. "Y de todos los orígenes étnicos... negros, asiáticos, indios, hispanos".
Una propietaria de Lynnwood Gun en Washington dijo que un cliente decidió que era hora de armarse después de ver a dos mujeres peleando por la última caja de agua embotellada en una tienda.
"Tenemos clientes que también están asustados porque se está diciendo a las fuerzas del orden que no respondan tanto a los llamadas debido a la escasez de personal", añadió la dueñá de Lynnwood Gun . "Así que mucha gente tiene miedo de que alguien entre en su casa... para robar dinero, su papel higiénico, su agua embotellada, su comida".
Jordan McCormick, director de marketing de Delta Team Tactical, con sede en Utah, indicó que su empresa, que fabrica principalmente kits para AR-15, está trabajando sin parar para satisfacer la demanda.
Explicó también que las ventas de armas han subido exponencialmente a medida que aumenta el temor de que las armerías de todo el país dejen de operar debido a que cada vez más estados imponen cierres para evitar la propagación del virus.
De hecho, muchos defensores de la Segunda Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que protege el derecho del pueblo estadounidense a poseer armas, han dicho que el porte se podría ver amenazado por esta situación.
"Muchas personas se quieren proteger", dijo McCormick. "Si hay gente sin trabajo y comienzan a haber saqueos, van a querer tener la capacidad de protegerse a sí mismos, a sus bienes y a sus familias".
