Un grupo de investigadores australianos han encontrado en la internet oculta se vende una gama de medicamentos relacionados con COVID-19, incluyendo el polémixo fármaco antipalúdico hidroxicloroquina
Los ciberdelincuentes han puesto a la venta en la tenebrosa red de la "internet oculta" una serie de vacunas falsas y medicamentos, de nuevo uso como el polémixo fármaco antipalúdico hidroxicloroquina.
Los investigadores de la Universidad Nacional de Australia (ANU, siglas en inglés) publicaron un nuevo estudio que revela cómo los ciberdelincuentes se aprovechan de la pandemia para vender una serie de supuestas vacunas, así como drogas comercializadas como curas para el virus.
Puntos destacados
Los ciberdelincuentes ofrencen en la “internet occulta” vacunas falsas y medicamentos como el polémixo fármaco antipalúdico hidroxicloroquina.
Este tipo de mercados ofrence productos que generalmente tienen a ser falsos.
La demanda de productos contra COVID-19 también hacen que los compradores sean susceptibles a estafas en la internet oculta.
El autor del informe, Roderic Broadhurst, dijo que la internet oculta - una red oculta de sitios web a la que sólo se puede acceder a través de un software especial de enrutamiento – dio a conocer algunas de las tendencias criminals en este espacio virtual.
"Los mercados de redes oscuras nos dan una ventana útil para saber qué tipo de tendencias adoptan las empresas criminales", explicó el expert de la ANU.
"Este tipo de mercados son propensos a las estafas y falsificaciones y lo que hemos visto es que los productos relacionados con COVID-19 probablemente no estén exentos"., explicó el autor del informe de la ANU.
La investigación tomó como muestra un día del mes de abril, y analizó un total de 645 listados de productos a través de 20 mercados oscuros.
Los investigadores descubrieron que 12 de esos mercados habían publicado productos relacionados con el coronavirus.
Casi la mitad de esos listados eran equipos de protección personal, como mascarillas quirúrgicas, y un tercio de los artículos disponibles eran medicamentos antivirales o de nuevo uso que se han promocionado públicamente como posibles curas para el virus.
En el 6% de los listados se vendían vacunas fraudulentas o noque no habían sido sometidas a ensayos científicos, y la vacuna más cara se cotizaba en 24, 598 dólares y el costo promedio de estos productos eran de 575 dólares.
La mayoría de los vendedores hacían envíos desde los Estados Unidos o Europa.
"Nuestra preocupación es que la próxima frontera podría ser el plasma sanguíneo de pacientes recuperados que aparecen en la oscura red. No encontramos tales listados pero ya hay demanda de ello en los foros", dijo el profesor Broadhurst.
La terapia de plasma convaleciente, que consiste en extraer sangre de un paciente que se ha recuperado totalmente del coronavirus, es una de las varias terapias emergentes pero no probadas.
EHarry Nespolon, presidente del Colegio Real Australiano de Médicos Generales, instó a la gente a no comprar terapias o vacunas en la internet oculta.
"Lo único que sabemos que funciona contra COVID-19 en este momento es el distanciamiento social y la actividad antiviral, como toser en el codo, vigilando regularmente las manos", explicó el médico, al recalcar que “los medicamentos, sabemos que muchos de los medicamentos obtenidos a través de canales no oficiales son falsos y que, hasta este momento, no funcionan”.
"En cuanto a las vacunas, sabemos que no hay vacunas disponibles para COVID-19 e incluso si las hubiera, las vacunas deben mantenerse refrigeradas, por lo que hacerlas llegar por correo, incluso si lo hubiera, significaría que probablemente fuera ineficaz".
El Comité Principal de Protección de la Salud de Australia - el máximo organismo que gestiona las emergencias sanitarias - ha declarado anteriormente que el uso experimental de medicamentos como los antipalúdicos para el tratamiento de COVID-19 no es recomendable, y que sólo debía prescribirse como parte de un ensayo clínico.
El magnate minero australiano Clive Palmer anunció esta semana que había comprado 33 millones de dosis del medicamento antipalúdico, la hidroxicloroquina.
Los autores del informe advirtieron que las vacunas falsas podrían empeorar la propagación del virus porque los usuarios podrían comportarse como si fueran inmunes y sin embargo se infectan.