Madre de dos hijos y antigua presentadora de la cadena estatal china CGTN, Cheng Lei lleva arrestada desde agosto de 2020 pero hasta febrero de 2021 no fue acusada formalmente de "revelar ilegalmente secretos de Estado al extranjero"
"El veredicto ha sido postergado para más adelante" indicó desde Canberra la ministra australiana de Exteriores, Marise Payne.
Puntos destacados:
- La periodista australiana Cheng Lei podría ser condenada a cadena perpetua en China, acusada de revelar secretos de Estado.
- El juicio se celebró el jueves y las autoridades chinas no permitieron el acceso del embajador de Australia a la sesión.
- Su detención llega en el peor momento en años en las relaciones entre Camberra y Pekín.
Las autoridades chinas han ofrecido poca información de las acusaciones y no permitieron el acceso al juicio del embajador de Australia, quien dijo que eso era "profundamente preocupante".
"No nos han permitido entrar al juicio", declaró el embajador Graham Fletcher a los reporteros ante el tribunal de Pekín. "Esto es profundamente preocupante, insatisfactorio y muy lamentable. No tenemos confianza en la validez de un proceso que se realiza en secreto", añadió.
Fletcher dijo que las autoridades habían invocado la "seguridad nacional" para prohibirle el acceso al tribunal. Dijo también carecer de información sobre los cargos contra Cheng.
Esas críticas fueron descartadas por Pekín: Australia "debe respetar la soberanía judicial de China y no entrometerse en el funcionamiento de los órganos judiciales chinos" declaró ante la prensa un portavoz de la diplomacia china, Wang Wenbin.
La periodista puede enfrentarse a un encarcelamiento de por vida si se la considera culpable de haber infringido las leyes de seguridad nacional de China.
La periodista puede enfrentarse a un encarcelamiento de por vida si se la considera culpable de haber infringido las leyes de seguridad nacional de China.
Un comunicado de su familia señaló que "sus dos hijos y sus padres mayores la echan inmensamente de menos y sinceramente desean reunirse con ella lo antes posible".
La ministra australiana de Exteriores había urgido a Pekín a garantizar "los estándares básicos de la justicia, el debido proceso y el trato humano (...) de acuerdo con la normativa internacional".
El embajador australiano dijo el jueves que "ella lo está llevando bien" y ha elegido "abogados muy competentes" para defenderla.
Alta tensión diplomática
Nacida en la provincia de Hunan, en el centro de China, Cheng emigró a Australia de niña y adquirió posteriormente su nacionalidad, prescindiendo del pasaporte chino puesto que Pekín no permite a sus ciudadanos tener doble nacionalidad.
Tras volver a China y entrar en la cadena estatal en 2012, se convirtió en un rostro familiar en CGTN y condujo entrevistas en inglés con importantes empresarios de todo el mundo.
Su franqueza y libertad de tono pudieron causarle problemas en un país donde el Partido comunista en el poder no acepta las críticas.
Su detención llega en el peor momento en años en las relaciones entre Camberra y Pekín.El poder comunista denunció que Australia usó leyes contra la interferencia extranjera para bloquear inversiones chinas en sectores sensibles y para revisar la influencia del gigante asiático en la vida pública del país.
Australian ambassador to China Graham Fletcher waits at the doorway before being turned away by court officials and police as he tried to enter the trial. Source: Getty / Kevin Frayer
Los constantes pedidos de Australia de una investigación independiente en los orígenes del covid-19, detectado por primera vez en China en diciembre de 2019, también enfadaron a Pekín.
Semanas antes de la detención de Cheng Lei, las autoridades australianas registraron las casas de varios periodistas de medios estatales chinos como parte de una investigación contra la interferencia extranjera.
El momento del arresto y la poca claridad sobre los cargos contra ella llevaron a especulaciones de que era una detención motivada políticamente y como represalia por los registros en Australia.
Dos periodistas australianos, Bill Birtles y Michael Smith, dejaron China después de refugiarse durante días en locales diplomáticos.
Meses después del arresto, las autoridades chinas también detuvieron a la empleada de Bloomberg News Haze Fan, de nacionalidad china, acusada de poner en peligro la seguridad nacional.
Otro australiano nacido en China, el escritor Yang Jun, ha sido acusado por Pekín de espionaje y se enfrenta a un juicio que empezó el año pasado a puerta cerrada.