“No ha habido un gran aumento en los casos de coronavirus en Australia en las últimas 24 horas, una señal de que la curva se está aplanando”, dijo el subdirector médico de Australia, Paul Kelly, en rueda de prensa el miércoles por la tarde.
En la actualidad hay 4.860 casos confirmados de COVID-19 en todo el país, pero ahora "no es tiempo de quitar el pie del freno", advirtió el profesor Paul Kelly.
"Entonces, en términos de las medidas que se han introducido, creo que hay buenas señales de que realmente están funcionando [las medidas] como esperábamos y creo que el pueblo australiano se merece que se le reconozca el mérito porque realmente ha asumido enormes cambios en sus vidas a lo largo de las últimas semanas ", dijo el profesor Kelly.
A pesar de las señales de aplanamiento en la curva de infecciones con el COVID-19, Kelly destaca que una vacuna es clave para la erradicación de la enfermedad.
"Se está invirtiendo muchísimo dinero en la investigación de vacunas en todo el mundo, pero no es fácil elaborar vacunas para un virus. Probablemente llevará entre 12 y 18 meses, pero es difícil de predecir. No se puede eliminar el virus sin una vacuna.
A medida que Australia sale del periodo de otoño hacia el invierno, se insta a las personas a vacunarse contra la gripe a principios de la temporada para ayudar a protegerse a sí mismas y a los miembros vulnerables de la comunidad.
"Esto es particularmente importante para las personas en nuestra comunidad que son más vulnerables al COVID-19, así como a la gripe", dijo el profesor.
"Así que desafortunadamente, esta es una carga y preocupación adicional para los adultos mayores de nuestra comunidad".
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