Los “tambores de guerra” suenan en Camberra a la espera de un nuevo desafío al liderazgo del primer ministro de Australia, Malcolm Turnbull, por parte de su exministro del Interior, el conservador Peter Dutton.
Desde anoche, la prensa en Camberra habla de la circulación de un pedido por parte de los simpatizantes de Dutton pidiendo una reunión de urgencia para que se someta a votación el cargo de líder del Partido Liberal, lo que además le abre paso al ganador a tomar o retener las riendas del gobierno del país.
Esta mañana Dutton pidió la reunión, pero Turnbull la denegó.
"Temprano por la mañana, llamé al primer ministro para decirle que, a mi juicio, la mayoría del Partido, no lo apoya más", dijo Dutton en unas breves declaraciones ante la prensa en Camberra, al añadir, que en esa situación "le pedí que convoque a una reunión del Partido liberal en la cual desafiaré su liderazgo".
Según los medios, Turnbull denegó la reunión.
Dutton perdió en su primer intento el martes. El primer ministro se quedó en su cargo al obtener 48 votos, mientras Dutton, unexpolicía y conocido por su férrea política contra la inmigración ilegal, consiguió 35.
Dutton, quien el miércoles confirmó que está buscando los apoyos de sus colegas, necesita 43 votos y sus allegados aseguran que tiene 40.
Un legislador no identificado y cercano a Dutton le dijo a SBS News que el grupo rebelde considera que puede salir airoso en este segundo intento por desbancar a Turnbull.
De prosperar el pedido, se presume que hoy jueves se realice la votación.
Turnbull, quien se aferra al poder, aún parece tener el apoyo de Mathias Cormann, Michaelia Cash y Dan Tehan.
El apoyo de Cormann es clave dado que él es negociador del Senado y ha conseguido el apoyo de independientes y representantes de agrupaciones minoritarias importantes para el Gobierno.
Según la ABC, si Cormann abandona a Turnbull, entonces, todo está perdido porque Dutton obtendría al menos unos diez votos.
Los obstáculos en el camino de Dutton
Un elemento que puede jugar en contra de Dutton es la posibilidad de que esté violando la Constitución australiana por tener intereses financieros en dos guarderías en Brisbane vinculadas a fideicomisos familiares que reciben subvenciones gubernamentales directas, en virtud de los cambios realizados en el sistema de subvenciones al cuidado infantil.
El abogado general de Australia analiza si Dutton contraviene la sección 44 de la Constitución, que previene que los legisladores se beneficien financieramente del Estado. De forma directa o indirecta.
Este dispositivo descalificó en 2017 a Bob Day a permanecer en el Senado.
De estar en falta, Dutton no podría ocupar un cargo en el Parlamento, aunque esta semana el legislador de Dickson aseguró que la asesoría legal que le han brindado indica que él no viola la Constitución.
Otro aspecto en contra de Dutton es la posibilidad de que algunos representantes del Partido Nacional, que gobierna en coalición con el Liberal, de retirarle el apoyo a las propuestas del Ejecutivo en el Parlamento, en donde solo tiene un escaño de mayoría.
Kevin Hogan, de las filas nacionales, confirmó a la ABC que él abandonaría el Gobierno para votar en contra.
Por su lado, el exprimer ministro, Tony Abbott, a quien se apunta como instigador de la revuelta contra Turnbull, acusó al mandatario austaliano de “jugar sucio” contra su rival.
¿Elecciones a la vista?
Ayer, el líder de la Oposición, el laborista Bill Shorten, le escribió una carta a Turnbull pidiéndole que el Gobierno no adopte ninguna decisión importante que afecte al próximo gobierno y que asuma funciones “interinas” ante la posibilidad de que se convoquen elecciones a corto plazo.
Australia debe, en una situación normal, acudir a las urnas el próximo año.
Las últimas encuestas indican que los laboristas ganarían las elecciones.
La duda se cierne en un potencial liderazgo de Dutton y su conexión con el electorado de cara a estos próximos comicios y con los últimos resultados de las elecciones complementarias de julio pasado en las que los cuatro escaños que buscaban reconquistar los laboristas, fueron retenidos por ellos. Incluso se ciernen dudas de si él podría retener su propio escaño en Queensland.
Pero si sobrevive Turnbull ¿por cuánto tiempo será y si él podrá liderar a su partido, con la herida de muerte perpetrada a su liderazgo, hacia una victoria en los próximos comicios?
Los laboristas se preparan con ansias para asumir las riendas de Australia.
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