El Gobierno australiano busca prohibir las donaciones de personas, entidades o naciones extranjeras que buscan influir en la política local y requerirá que los grupos de presión de los poderes extranjeros se inscriban en un registro o de lo contrario podrían afrontar cargos por actos de interferencia foránea, según una nueva propuesta legislativa presentada hoy en Camberra.
“Es la revisión más completa al marco legislativo sobre espionaje, contra-inteligencia y donaciones políticas en décadas”, dijo el primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, en una rueda de prensa en Camberra, al comentar que “los poderes extranjeros están haciendo intentos más sofisticados para influir en los procesos políticos”.
Sus comentarios se dan en el marco de las preocupaciones por la influencia de China o de sus agentes en la política local, así como las investigaciones en curso en Estados Unidos por la potencial interferencia de Rusia en sus comicios presidenciales del año pasado.
Turnbull remarcó que existen “informes perturbadores” sobre la influencia por parte de China.
Las medidas también contemplan la prohibición de las donaciones del extranjero en la política. Las organizaciones de caridad serán exceptuadas de recibir fondos siempre y cuando sean utilizados para actividades que no tengan que ver con la política.
Cualquiera que participe en la política australiana en nombre de un estado extranjero deberá declarar sus vínculos o de lo contrario podrán afrontar cargos criminales.
Asimismo se actualiza la definición de espionaje. Ya no cubrirá solamente el hecho de poseer o transmitir o recibir información, sino que penaliza el hecho de solicitar a una persona que realice estos actos o incluso planificarlos.
"Si uno actúa de forma encubierta en nombre de un actor extranjero, de forma que dañe la seguridad nacional australiana, para influir en el proceso político o una decisión del Gobierno, su conducta será criminalizada", precisó a su turno, el fiscal general, George Brandis.
El Gobierno indicó que las nuevas leyes se aplicarían a organizaciones como GetUp!, que ha denunciado en los últimos días las condiciones de los refugiados que ocuparon el clausurado centro de detención en Manus.
“Ahora, para asegurarnos de que no hay una interferencia inapropiada en nuestro sistema democrático, estamos prohibiendo todas las donaciones extranjeras, como he dicho. No solamente para los partidos políticos, sino también para los candidatos, los grupos del senado y las organizaciones que hacen campaña política”, precisó el ministro de Finanzas, Mathias Cormann.
"Esto no previene que las organizaciones de caridad reciban y usen donaciones extranjeras para actividades que no sean políticas en Australia", recalcó Cormann.
"De igual modo, no previene a las organizaciones de caridad de vincularse a actividades políticas en Australia siempre y cuando el gasto en el que se incurre para financiar esta actividad política proviene de los australianos", precisó.
