Deambulando entre el barro y la ceniza, los habitantes de los pueblos situados al pie del volcán Semeru, en Indonesia, intentaban este domingo recuperar los escasos bienes que les han quedado tras la erupción.
Padres con sus hijas traumatizadas, ancianos con colchones a cuestas; agricultores con sus cabras en brazos, vivas de milagro tras la apocalíptica erupción de la víspera, todos están conmocionados y yerran de un lado a otro, en medio de una aldea reducida a la nada.
"De golpe, el cielo se oscureció y luego llegaron la lluvia y los nubarrones ardientes", cuenta Bunadi, un habitante de la aldea de Kampung Renteng, en el este de Java, que afirma que se vio sorprendido por la irrupción de un "barro ardiente".
Puntos destacados:
- La erupción del volcán Semeru, en Indonesia, dejó al menos 14 muertos y decenas de heridos, según el último balance.
- Los socorristas rastreaban hasta hace unas horas en poblados cubiertos de ceniza en busca de supervivientes.
- El volcán dejó al menos 11 pueblos del distrito de Lumajang cubiertos de ceniza volcánica, sumergió casas, mató ganado y forzó a 1,300 personas a cobijarse en mezquitas, escuelas y otros edificios públicos.
Los socorristas rastreaban este domingo en poblados cubiertos de ceniza en busca de supervivientes de la espectacular erupción del volcán Semeru, en Indonesia, que dejó al menos 14 muertos y decenas de heridos, según el último balance.
La repentina erupción del sábado de la montaña más alta de la isla de Java tomó por sorpresa a los lugareños y provocó la huida de miles de personas, con cientos de ellos alojados en refugios improvisados.
El volcán dejó al menos 11 pueblos del distrito de Lumajang cubiertos de ceniza volcánica, sumergió casas, mató ganado y forzó a 1,300 personas a cobijarse en mezquitas, escuelas y otros edificios públicos.La erupción dejó además 56 heridos, de los cuales 41 presentan quemaduras.
Evacuees take shelter at the local mosque of Sumber Wuluh village, in Lumajang, on December 5, 2021, after the eruption of Semeru volcano. Source: AFP
El presidente indonesio, Joko Widodo, ordenó una respuesta de emergencia rápida para encontrar a las víctimas y tratar a los heridos, indicó Pratikno, el secretario de Estado, que como muchos indonesios solo tiene un nombre.
Imágenes del momento de la erupción muestran una gigantesca nube de humo sobre el volcán que se avecina hacia una localidad cercana, mientras que los habitantes huyen desesperados.Las cabañas del pueblo se vieron arrasadas por las coladas de lodo ardiente y una lluvia de cenizas y escombros, obligando a centenares de familias a huir de la zona sin poder llevarse nada consigo. Muchos de ellos han perdido sus casas.
Mount Semeru spews volcanic ash during an eruption in Lumajang, East Java, 4 December 2021. Source: Indonesian National Board for Disaster Management (BNPB) via AAP
Refugiadas en una mezquita, varias madres esperan sentadas en el suelo, junto a sus hijos, dormidos. Tuvieron suerte y pudieron escapar al cataclismo que enterró aldeas enteras bajo las cenizas.
Las operaciones de rescate continúan pero los habitantes, desesperados, se arriesgan a volver a sus aldeas, pese al riesgo que esto entraña para su salud, con la idea de recuperar cualquier cosa que se haya podido salvar.
Algunos lugareños cuentan a sus familiares desaparecidos. "El torrente de lodo se llevó a diez personas", cuenta Salim, otro habitante de Kampung Renteng. "Uno de ellos pudo haber escapado. Le gritamos que corriera, pero contestó: 'no quiero, ¿quién dará de comer a mis vacas?'", explica Salim.
No muy lejos de allí, en Sumber Wuluh, los tejados de las casas apenas sobresalen del suelo, lo cual da una idea del volumen de lodo que inundó el pueblo en muy poco tiempo.
Hay vacas muertas yaciendo en el suelo y, aunque algunos animales han logrado sobrevivir, muchos están mutilados, en carne viva, abrasados por la lava.
Un evacuado, con un cigarrillo entre los labios, fue rescatado por los socorristas, cuyo uniforme naranja destaca en un paisaje gris oscuro que casi parece el infierno.Sentados sobre la ceniza, un grupo de vecinos de Sumber Wuluh contemplan el cráter del Semeru, de donde sigue emanando humo.
Source: AAP
En medio de los árboles quemados y deshojados y de las casas y vehículos enterrados por el barro, ellos son, junto con los pocos animales que los rodean, los únicos signos de vida en un panorama de muerte y desolación.
Este archipiélago del sureste asiático se sitúa en el denominado Cinturón de Fuego del Pacífico, una zona de choque de placas tectónicas con una elevada actividad sísmica y volcánica.
El país alberga alrededor de 130 volcanes activos.
A finales de 2018, la erupción de un volcán en el estrecho entre las islas de Java y Sumatra provocó un desprendimiento de tierras submarino y un tsunami que mató a más de 400 personas.