Divij Gupta ha sido estudiante de la licenciatura en Comercio en la Universidad de Australia Occidental desde julio del año pasado. Pero nunca ha puesto un pie en la universidad, ni siquiera en Australia.
"Estaba a punto de... estuve tan cerca de estar allí", asegura a SBS News el joven Gupta, quien vive en Mumbai, India.
"Pagué $2,500 por mi boleto de ida a Melbourne y se suponía que debía llegar el 3 de diciembre".
Pero días antes del vuelo de Gupta el gobierno australiano anunció, a raíz de la nueva variante de COVID-19 Ómicron, que retrasaría dos semanas la llegada de estudiantes internacionales.
Puntos destacados:
- Algunos estudiantes internacionales han tenido que esperar meses para poder ingresar a Australia, otros incluso más de un año.
- La empresa Expert Education ha detectado que alrededor del 60 por ciento de sus clientes que iban a venir a Australia han cambiado su destino de estudios por el Reino Unido, Canadá o los Estados Unidos.
- Expertos opinan que Australia debe reconsiderar su estrategia de “cerrar de golpe sus fronteras”.
“Había hecho mis maletas. Había comenzado a llenar formularios. Había reservado una prueba de PCR y todos mis documentos estaban listos. [Pero] en un momento, todo fue inútil. Fue desgarrador”, señala Gupta.
Si bien el joven está decidido a continuar estudiando en Australia después de haber completado más de un año del curso en línea, Gupta dijo que muchos estudiantes internacionales están reconsiderando sus planes de estudiar en Australia, debido a las estrictas reglas fronterizas del país.
Según Badri Aryal, director de Expert Education, una empresa con sede en Sídney que se especializa en traer estudiantes internacionales a Australia, muchos estudiantes ya han renunciado a Australia.
Trabajamos con muchos países de todo el mundo", comenta Aryal a SBS News "pero con respecto a India, alrededor del 60 por ciento de los estudiantes que iban a venir a Australia van [ahora] al Reino Unido, Canadá o los Estados Unidos.
Su estimación está respaldada en cierta medida por los datos publicados por el Departamento de Educación, Habilidades y Empleo a principios de este año, que mostraron que las universidades de Australia experimentaron una fuerte disminución en el número de inscripciones y comienzos de cursos en 2021.
"La cifra que realmente me preocupa es la disminución del 40 por ciento en el inicio de nuevos cursos", puntualiza a SBS News Catriona Jackson, directora ejecutiva de Universities Australia.
"Obviamente, eso se debe en gran medida a que hayamos cerrado las fronteras”.Sakhawat Alee es uno de esos estudiantes que eligieron estudiar en otro lugar.
Catriona Jackson, chief executive of Universities Australia. Source: Supplied
El era estudiante en la Universidad Macquarie en Sídney cuando, en marzo de 2020, viajó a su ciudad natal de Gujarat en Pakistán por una emergencia familiar.
En su camino de regreso a Sídney, Sakhawat Alee estaba en un aeropuerto internacional en Pakistán a punto de abordar un vuelo cuando escuchó que Australia estaba cerrando sus fronteras a todos los no ciudadanos y no residentes.
La prohibición de entrada entró en vigor a partir de las 21:00 horas del 20 de marzo de 2020.
"No pude lograrlo por nueve horas; mi vuelo debía aterrizar la mañana del 21 de marzo", evoca Sakhawat Alee, a quien no se le ha permitido regresar a Australia desde entonces.
Durante un año después de eso, esperé a que Australia reabriera sus fronteras a los estudiantes internacionales. Diferí mi curso dos veces.
Pero en marzo de 2021 Sakhawat Alee se rindió y se fue al Reino Unido, donde ahora estudia en la Universidad de Bradford. El asegura que no es el único.
“Vivo con cinco estudiantes en Bradford, quienes pasaron por experiencias similares. De hecho, conozco al menos a 25 estudiantes que estaban estudiando en Australia, que no pudieron regresar debido a las reglas fronterizas, por lo que fueron a otros países”, comenta Alee Sakhawat.
La directora ejecutiva de Universities Australia reconoce que países como los Estados Unidos, el Reino Unido y Canadá se están aprovechando de las políticas fronterizas de línea dura de Australia.
“El gobierno es consciente del hecho de que la educación internacional es muy competitiva y que países competidores como Estados Unidos, Reino Unido y Canadá están aprovechando este momento en el tiempo, sus fronteras no están cerradas”, comenta.
“Sabemos que [el] número [de estudiantes internacionales en] el Reino Unido ha aumentado. Es imposible para nosotros saber si eso es directamente un drenaje de Australia, pero ciertamente estamos conscientes y estamos alertas.
"Y, sin duda, es un asunto que Australia, como nación, debe abordar", agrega Catriona Jackson.
Una forma en cómo Australia podría abordar esto es no cerrar de golpe sus fronteras, en un abrir y cerrar de ojos, señala Badri Aryal.
"Este tipo de variante vendrá de vez en cuando, pero cerrar la frontera no es la solución".
“Somos uno de los países [más] altamente vacunados del mundo. Nos estamos acercando a [una] [tasa] del 90 por ciento, lo cual es notable. Es un número significativo en comparación con países como el Reino Unido, los EE. UU. O Canadá".
Badri Aryal sugiere que, para impulsar la confianza de los consumidores y seguir atrayendo a estudiantes internacionales, Australia debe elaborar un plan y ceñirse a él.
“El gobierno [debería] dar algún tipo de certeza en términos de apertura de la frontera, algún tipo de plan real. No queremos confundir [a los estudiantes]... cuarentena, no cuarentena, 72 horas, 15 días. Solo queremos darles un plan sólido a los estudiantes para que puedan confiar en esos planes".
El hecho de que otras naciones populares entre los estudiantes internacionales tengan tasas de vacunación mucho más bajas que Australia no se le escapa a Catriona Jackson.
Por supuesto, hay una ironía en el hecho de que es más difícil entrar aquí y estamos más vacunados. [Pero] Australia ha elegido un método para cerrar fronteras para controlar COVID y eso ha sido impulsado por consejos médicos.
Jackson confía en que la situación actual es sólo un retraso de dos semanas y tiene un mensaje para los estudiantes que esperan regresar.
“Sabemos que lo están encontrando muy desafiante. Sabemos que esperar, en algunos casos, un período de casi dos años, para poder regresar físicamente a Australia les está causando un estrés increíble.
"Tenemos muchas esperanzas y estamos bastante seguros de que se trata de un retraso de sólo dos semanas. Así que sólo les pedimos que esperen un poco más".