Decenas de miles de personas en Nueva Gales del Sur (NSW) pasarán la Navidad en aislamiento mientras la variante ómicron COVID-19 sigue extendiéndose desenfrenadamente por el estado.
Desde el 16 de diciembre, unas 15.815 personas han dado positivo en NSW, y se espera que este jueves el estado supere el récord diario de casos registrado el miércoles (3.763).
Bajo las normas actuales, las personas con COVID-19 deben autoaislarse en casa hasta que reciban autorización médica para poder abandonar el asilamiento, incluso si están completamente vacunadas.
"Si están en casa, pueden abandonar el autoaislamiento 10 días después de recibir un resultado positivo, siempre y cuando no hayan tenido síntomas durante 72 horas. La persona recibirá un SMS con esta información", informó NSW Health.El locutor Michael Turner, quien está completamente vacunado, dio positivo el miércoles después de experimentar "los peores síntomas que ha tenido con una enfermedad".
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"Es desgarrador pasar la Navidad y el Año Nuevo lejos de mi familia y potencialmente en el hospital", dijo Turner.
"Si bien todo se está abriendo, y estamos vacunados, aún puede golpearte con fuerza y los síntomas para aquellos que reciben el impacto completo del virus ciertamente es duro, porque los síntomas no son los de un simple resfrió o gripe".
Otras personas que se han visto obligadas a cancelar los planes del día de Navidad después de dar positivo en sus pruebas de detección o de enterarse de que son un contacto cercano de alguien infectado, se volcaron a expresar sus frustraciones en las redes sociales.
"He dado positivo en mi prueba de COVID y voy a tener la Navidad enferma y aislada. Estoy vacunada con doble dosis, usé una mascarilla, he seguido las normas para desinfectar mis manos y me registré con el código QR donde estaba disponible, me siento devastada", escribió la usuaria de Twitter, Debbie Stracey.
"Dado que los números de COVID son tan altos, más el resultado de la prueba RAT (prueba rápida de antígenos) que me dio parcialmente positivo, más el contacto cercano que he tenido con muchas personas infectadas, me ha forzado a cancelar el viaje que mi madre y mi hermana habían organizado para visitarme", dijo el gerente de un negocio de videojuegos, Nate Bramley.
Uno de cada cinco casos de COVID descubiertos en NSW durante la última semana han sido personas que viven en Newcastle o el vecino Lake Macquarie.
Mientras, el aumento de casos en el centro de Sídney y Canterbury-Bankstown ha sido acelerado en los últimos días.
A pesar de la tendencia al incremento de casos, las autoridades en NSW solo exigen el uso de mascarillas y códigos QR en entornos de alto riesgo. Esta decisión fue tomada después de que el gabinete nacional no lograra ponerse de acuerdo sobre un mandato para el uso de mascarillas en la reunión de emergencia del miércoles.
"El uso de mascarillas en espacios cerrados en áreas públicas es, por supuesto, muy recomendable", dijo el primer ministro Scott Morrison.
"Independientemente de si es obligatorio o no (uso de mascarillas), eso es lo que deberíamos estar haciendo", agregó el mandatario.
El ministro de Salud de NSW, Brad Hazzard, criticó la medida que obliga a las personas hacerse una prueba para poder viajar a otro estado, después de ver las largas colas de espera que se formaron en los centros PCR, que realizan pruebas de detección. Como consecuencia el gabinete nacional pidió a un panel de expertos médicos recomendaciones sobre la necesidad de mantener esta medida.
La oposición estatal insiste en que las pruebas rápidas de antígenos deben ser gratuitas para aliviar la presión en los centros de PCR.
El índice de vacunación con doble dosis de habitantes de 12 años o más en NSW ha alcanzado 92,61%.
Los pacientes con COVID-19 en cuidados intensivos continúan siendo, en su mayoría, personas que no están vacunadas, dijo el miércoles el subdirector de salud Jeremy McAnulty.
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