Los ánimos se caldearon en la calle Macquarie ante el próximo debate en el Parlamento estatal de una propuesta de ley para despenalizar el aborto en Nueva Gales del Sur. La propuesta presentada por el legislador independiente Alex Greenwich pretende enmendar una ley que data desde hace 119 años que considera la terminación de los embarazos como un delito.
La iniciativa, que cuenta con el apoyo de varios legisladores del estado, incluso del ministro de Salud, Brad Hazzard y la premier Gladys Breijiklian, pretende dar claridad tanto a las mujeres y los médicos respecto a la decisión de abortar. También pretende alinear a Nueva Gales del Sur (NSW, siglas en inglés) con las legislaciones vigentes en el resto de los estados y territorios en donde la terminación de embarazos es legal.
Pero no todos están contentos con la enmienda. Tal fue el caso de una docena de manifestantes que se oponen al aborto y que llegaron al lugar con pancartas en las que se leían “todos tienen derecho a un cumpleaños”. En otro lado, un grupo que apoya la iniciativa defendió “el derecho a un aborto seguro, legal y accesible para todos”, mientras sus adeptos llevaban pancartas que decían “vota sí a un sistema sanitario compasivo”.Entre los legisladores, el fiscal general de NSW, Mark Speakman, y el titular de Planificación, Rob Stokes, se mostraron indecisos ante la propuesta para despenalizar el aborto, mientras el jefe estatal el Tesoro, Dominic Perrottet, se ha manifestado públicamente opuesto a su legalización.
A pro-choice campaigner outside NSW parliament last week. Both sides of the argument have been represented on Macquarie St today. Source: AAP
Se prevé que el proyecto sea aprobado con apoyo de los principales partidos y la próxima semana será trasladado al Comité de Asuntos Sociales de la Cámara Alta.