Nuevo golpe para la cita olímpica de Tokio (23 julio-8 agosto) ante el anuncio de que casi la totalidad de los encuentros serán a puerta cerrada, debido a un aumento de casos de coronavirus en Japón.
La ministra de los Juegos Olímpicos del país, Tamayo Marukawa, informó que se ha llegado “a un acuerdo de que no habrá espectadores en las instalaciones en Tokio”, esto al término de una reunión con todas las partes involucradas en la organización de los Juegos Olímpicos, incluyendo el Comité Olímpico Internacional (COI).
La mayor parte de las instalaciones de los Juegos Olímpicos están situadas en la capital japonesa, pero algunas pruebas serán en otros departamentos.
Puntos destacados:
- Casi la totalidad de los encuentros serán a puerta cerrada debido a un aumento de casos de coronavirus en Japón.
- La mayor parte de las instalaciones de los Juegos Olímpicos están situadas en la capital japonesa.
- La variante Delta representa actualmente un 30% de los casos en Japón.
Las pruebas que tengan lugar en los tres departamentos vecinos (Chiba, Saitama y Kanagawa) también se disputarán sin público en la grada, precisaron después los organizadores.
Las pruebas previstas en otros departamentos, entre ellos Fukushima y Miyagi o Shizuoka aceptarán espectadores, pero de manera limitada.
Desde el inicio de la pandemia, los Juegos de Tokio son motivo de debate y un auténtico quebradero de cabeza para los organizadores, que ya tuvieron que aplazarlos en 2020 por el COVID-19 y reprogramarlos para el 2021.
En marzo de este año se anunció que no se permitiría la entrada de visitantes extranjeros para acudir como público al evento, una medida inédita en la larga historia olímpica.
El anuncio de Marukawa de este jueves llega unas horas después de la decisión del gobierno nipón de instaurar un estado de emergencia sanitaria en Tokio desde el lunes y hasta el 22 de agosto. La medida englobará por tanto toda la duración de los Juegos Olímpicos.
"Creo que podemos organizar los Juegos con total seguridad gracias a estas medidas", declaró este jueves el primer ministro japonés, Yoshihide Suga.
"Debemos reforzar las medidas para evitar que las infecciones se propaguen de nuevo en todo Japón, teniendo en cuenta el impacto de las nuevas variantes", añadió Suga.
Medidas estrictas, pero necesarias
La variante Delta, más contagiosa, representa actualmente un 30% de los casos en Japón.
"Apoyaremos todas las medidas que permitan tener los Juegos Olímpicos y Paralímpicos con total seguridad para los japoneses y para los participantes", explicó el presidente del COI, Thomas Bach, tras llegar este jueves a Japón. El dirigente alemán se vio obligado a guardar una cuarentena de tres días.
La presidenta de Tokio-2020, Seiko Hashimoto, afirmó por su parte que "los Juegos Olímpicos de Tokio debían ser una oportunidad para volver a sentir el poder del deporte en estadios llenos de aficionados, pero nos enfrentamos a una expansión de casos de coronavirus".
Es muy lamentable que nos veamos obligados a organizar este evento de una manera tan limitada.
La gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, pidió al púbico que siga los Juegos desde casa "de manera segura". Después de los Juegos Olímpicos se tomará una decisión sobre los Paralímpicos (24 agosto-5 septiembre), precisó.
El COI publicó un comunicado conjunto con el Comité Paralímpico Internacional para apoyar "esta decisión en interés de unos Juegos seguros y sin peligro para todo el mundo", sin dejar de "lamentar profundamente que estas medidas hayan tenido que tomarse".
En Japón, las medidas del estado de emergencia son menos estrictas que los confinamientos que han tenido lugar en gran parte del mundo en ciertos momentos de la pandemia.
Se limitará la venta de alcohol y se obligará a bares y restaurantes a cerrar antes. Habrá también restricciones sobre el número de espectadores autorizados en actos culturales o deportivos.
Endurecimiento progresivo
El pasado mes, los organizadores de los Juegos Olímpicos habían decidido autorizar la presencia de espectadores residentes en Japón en un 50% del aforo de las instalaciones, siempre que no se superaran las 10 mil personas en un mismo estadio. Sin embargo, los datos han obligado a replantear la situación.
Aunque el archipiélago japonés se vio relativamente poco afectado por la pandemia de COVID-19, con unas 14,900 muertes registradas oficialmente desde principios de 2020, su programa de vacunación no comenzó a acelerar sino hasta mayo.
Hasta ahora, poco más del 15% de la población se ha vacunado por completo, y los expertos temen que la variante Delta pueda provocar una nueva ola que sature los hospitales de Japón.
El relevo de la llama olímpica, que fue prohibido en la vía pública en la mayor parte de Japón, será también sin público a partir del viernes en la capital, donde ceremonias muy limitadas están previstas antes de los Juegos.