Era el año 2008 cuando Armand Santillana y el resto de su familia decidieron emigrar a Australia.
Tras 25 años como profesor universitario en la Universidad Centro Escolar de Filipinas, Santillana abandonó su carrera, que tanto le había costado conseguir, para trasladarse a Australia. Su motivación fue simplemente proporcionar un futuro mejor a sus hijos.
"El motor que me impulsó fue mis hijos, mi familia. Tuve que dejarlo todo por mi familia, así que tuve que tragar todo lo que podía tragar", comentó al programa de SBS FILIPINO.
Puntos destacados:
- Armand Santillana dejó una carrera de profesor universitario para dar un futuro mejor a su familia.
- En Australia tuvo una vida difícil al inicio y se desempeñó en diversos trabajos, lo que le causó una fuerte depresión.
- Muchos inmigrantes se siente frustrados porque no pueden ejercer su profesión que han logrado con tanto sacrificio.
Al principio, Santillana pensó que venir a Australia iba a ser fácil teniendo en cuenta sus logros en Filipinas.
"Pensé que venir aquí sería fácil, pero fue realmente difícil. Vine aquí con todos mis títulos. Pensé que podría utilizarlos, pero me di cuenta de que no se trata de eso. Sin humildad no creo que pueda lograrlo", recordó.
Santillana cuenta durante su entrevista con SBS FIlipino's love down under cómo sufrió una depresión en su primer año en Australia.
"Hubo un momento en el que quise volver a Filipinas porque me sentía deprimido. Conducía el coche y quería destrozarlo en algún sitio porque estaba muy triste. Iba llorando por el camino. Fue un shock para mí. Lo dejé todo por este país", señaló.
Aunque no hay nada malo en trabajar en empleos para los que estaba sobrecalificado, este inmigrante comparte que se sintió muy decepcionado consigo mismo por no poder trabajar en su campo de interés.
"Estuve en el paro durante más de un mes. Tuve que hacer los trabajos todo tipo de trabajo. Tuve que dejar de lado mi condición de profesor en Filipinas, y en su lugar coger la fregona, fregar, limpiar el baño, distribuir catálogos".También recuerda que él y su familia vendieron sus bienes en Filipinas y volaron a Australia trayendo consigo sólo unas pocas cosas.
After a decade of being in Australia, Mr Santillana can proudly say he loves Australia. Source: Armand Santillana
"Vinimos con un pequeño contenedor. Dejamos Filipinas y vendimos nuestras propiedades. Vinimos aquí con la expectativa de que podríamos conseguir una casa fácilmente. En lugar de eso, tuvimos que quedarnos en un pequeño estudio con nuestra caja como separador".
Tras un primer año difícil en Australia, la vida de Santillana mejoró gradualmente con los años.
De ser profesor, a realizar trabajos esporádicos, ahora trabaja como enfermero.
"Cuando conseguí un trabajo, me establecí, vi que mis hijos mejoraban y destacaban en la escuela, me di cuenta de que la vida en Australia era lo mejor. Después de una década de estar aquí y de ver a mis hijos conseguir lo que aspiran en la vida, puedo decir con orgullo que me encanta vivir aquí."
Añade que, aunque el camino fue doloroso, está agradecido de que su historia pueda dar esperanza a quienes se plantean trasladarse a Australia para perseguir sus sueños.
"El camino fue realmente doloroso. No me gustaría pasar por ello, pero ahora puedo contar una bonita historia".
Por encima de todo, Santillana cree que fue su fe la que le hizo seguir adelante.