El planeta se prepara a distintas velocidades para retornar a la nueva normalidad tras la crisis de la pandemia de COVID-19, que según algunos líderes y expertos ha presionado, de forma figurativa, el botón de reinicio en el mundo para obligarnos a cambiar de trayectoria y centrarnos en la salud y la seguridad.
Australia comienza a relajar sus medidas para retornar a una normalidad, que será totalmente distinta a la que conocemos. Por ejemplo, en Sídney los autobuses parecen ir casi vacíos, pero el límite de su capacidad es 12, mientras que para los vagones de trenes es de 32.
Los más de dos millones de personas que se desplazan en la ciudad de Sídney para ir a trabajar o a estudiar tendrán que buscar otras alternativas y se vislumbra que el tráfico de vehículos será infernal. La bicicleta será una alternativa al transporte público, así como el caminar, aunque muchos trabajadores que se han visto obligados al teletrabajo acarician la idea de seguir así.
Puntos destacados
- Los estados y territorios implementan la vuelta a las actividades en distintas velocidades con medidas de distanciamiento físico en el transporte público y los locales de atención.
- Centros de trabajo como el Banco Commonwealth imponen controles de temperatura a sus trabajadores cuando ingresan a las oficinas, mientras otros como Twitter mantendrán a sus empleados en casa.
- Se vislumbra un cambio en la cultura laboral como más “sickies” y la potencial desaparición de los espacios llamados “hot-desk” para maximizar el uso de los espacios.
Safe Work Australia recomienda que se mantenga una distancia física de al menos 1,5 metros, mientras que en un espacio determinado, debe haber 4 metros cuadrados por persona, cuando sea posible.
El Banco Commonwealth por ejemplo es una de las grandes empresas que había enviado al 80 por ciento de sus trabajadores a casa durante la pandemia de COVID-19, lo que equivale a 20,000 personas. Éstas comenzarán a retornar a sus puestos, mientras los que ya están se someten a controles de temperaturas a la llegada a sus oficinas. Esto es parte de la nueva normalidad.
El banco Westpac, que ha enviado a 22,000 trabajadores a realizar teletrabajo, también trabaja el retorno seguro de sus empleados a las oficinas, dijo un portavoz de esta institución financiera a la cadena local ABC.
El gigante de las redes sociales Twitter dice que es poco probable que abra sus oficinas antes de septiembre y además seguirá permitiendo a su personal a trabajar desde su casa de forma permanente.
"Nosotros decidiremos sobre la apertura de las oficinas, pero nuestros empleados decidirán cuando regresan o si lo hacen Los últimos meses han demostrado que la dinámica funciona. Nuestros empleados están en una situación que les permite trabajar desde casa y ellos quieren seguir haciéndolo. Haremos que eso suceda", dexpresó Twitter en un comunicado.
Las empresas están sopesando formas de gestionar sus equipos.
Google y Facebook recientemente extendieron las políticas de teletrabajo hasta el 2021.
Un cambio en la cultura laboral
La psicóloga organizacional y consultora Rachel Setti dice que nuevas actitudes y estructuras son el camino del futuro.
"Creo que el cambio más significativo será la actitud hacia el trabajo a distancia. La mayoría de las organizaciones han hecho un trabajo excepcional al preparar a su personal para trabajar desde casa y a distancia casi de la noche a la mañana. Una estrategia que puede haberles llevado 5 años les llevó unas 2 semanas"
Por lo tanto, creo que es más probable que veamos una negociación en torno a acuerdos para que se trabaje en la oficina y desde casa", precisó Setti.
Los "hot-desks" - estaciones de trabajo y equipos compartidos - fueron implementados en los lugares de trabajo hace décadas para aprovechar al máximo el personal, las máquinas y el espacio.
Setti considera que es probable que esta práctica sea revisada.
"Mi corazonada es que se revisará y se volverá a examinar (esta opción) porque sabemos que desde una perspectiva de higiene presenta muchos inconvenientes el compartir teclados y escritorios".
La seguridad y la higiene es un tema que está en la mente de los empleadores y de hecho los supermercados y las ferreterías como Bunnings ya han colocado protectores de plástico en las cajas.
Los expertos dicen que el desinfectante de manos debería estar disponible permanentemente cerca de los ascensores y las áreas de entrada como los hospitales.
Asimismo, los empleadores deberían esperar más "sickies" (baja por enfermedad) debido a un cambio de actitud, en el que el personal evitará acudir al centro de trabajo cuando se sienta indispuesto.
Anteriormente una persona se obligaba a ir al trabajo por la presión de terminar un trabajo aunque estuviera enfermo, pero la cultura en general ha cambiado y como ejemplo está la lluvia de críticas que contra el jefe de la oficina del Tesoro, Josh Frydenberg, quien compareció ante el Parlamento de Camberra para presentar un informe económico y tosió sin parar.La experta opinó que el coronavirus repentinamente nos permitió el acceso a herramientas para trabajar desde casa y probablemente será más común que "una persona enferma llame a su jefe y le diga que estoy trabajando desde casa, me conectaré, estoy disponible pero me siento un poco mal".
SBS Spanish Source: SBS Spanish
Setti consideró que esto obligará a los empleadores a repensar sus espacios y sus dinámicas de trabajo.
"Una reciente encuesta de Gallup en 2017 indicaba que sólo el 15% de los empleados del mundo acuden a su lugar de trabajo, el 85% no."
la experta consideró que estamos frente a "una oportunidad inédita para cambiar su cultura hacia un ambiente más atractivo".
Por otro lado, Tica Hessing, experta en geografía humana y consultora en alquileres de Cushman & Wakefield, comentó a la ABC que su empresa ha desarrollado un concepto llamado “Oficina de seis pies”, que incluye pegatinas en el piso para marcar las distancias de 1,5 metros entre cada escritorio y cubículo de trabajo, así como flechas rojas para el desplazamiento del personal en sentido horario.
Asimismo los trabajadores tienen protecciones contra estornudos, en su plan.
“No se trata del espacio físico de trabajo sino también de ayudar a cambiar el comportamiento de las personas en los lugares de trabajo”, precisó.
Las comidas sociales
Los restaurantes, las cafeterías, los bistros, bares y pubes también comienzan a reabrir sus puertas con restricciones en el aforo. Estos locales están obligados a imponer protocolos estrictos y en estos momentos, según el estado o territorio, no se puede atender a más de diez o veinte personas a puerta cerrada al mismo tiempo.
El local Yagan Square de Perth era un lugar muy concurrido antes del coronavirus y tras el cierre, reabre sus puertas con muchas restricciones, además de los límites en la atención de los clientes.
Su gerente general, Justin Lim, le dijo a la ABC que se ha rediseñado la configuración del restaurante para asegurar la distancia social entre los comensales y el personal.
Asimismo el personal tomará la temperatura a los clientes así como a sus trabajadores.
La nueva situación en el hogar
En la nueva normalidad, los niños vuelven a la escuela, se permite un número limitado de visitas y la higiene general ha mejorado.
Según datos recientes publicados por la Oficina de Estadísticas de Australia, casi nueve de cada diez australianos informan de que se lavan las manos o utilizan productos sanitarios más de lo habitual, mientras que el 49% de los australianos informan de que se tocan la cara menos de lo habitual.
También encontró que casi todos los australianos han incorporado en sus vidas al menos una nueva medida de precaución de salud.
Asimismo los hogares han aumentados sus compras en línea.
La investigación recopilada por la economista principal Diana Mousina, de AMP Capital, muestra un aumento del 24% en las compras en línea de alimentos en marzo y un incremento en la venta por internet de productos al por menor del 8,2%.
"En abril el gasto en línea era de 110% más en comparación a hace un año, así que claramente hay grandes aumentos en el gasto en línea: Actualmente la gente compra comestibles en grandes cantidades”
“Lo que COVID podría hacer es convertir como norma la compra en línea de los alimentos. La gente puede ver lo fácil que es, por lo que es probable que la compra en línea se convierta en una mayor parte del gasto minorista y que este crezca a un ritmo más rápido que antes de que la COVID comenzara”, precisó.
Un respiro para el medioambiente
Los biólogos están trabajando con ahínco para intentar reparar el daño causado por blanqueo de corales en la Gran Barrera de Coral, porque no hay turistas.
La Dra. Leanne Morrison, investigadora medioambiental de la Universidad RMIT, opina que los confinamientos han dado al mundo natural la oportunidad de recuperarse de los altos niveles de contaminación.
"COVID-19 nos ha mostrado que sí podemos hacer cambios importantes en nuestra forma de vida de manera muy profunda, muy radical y rápida. Se ha dado un poco de espacio para que el mundo natural se tome un respiro”
“ Vamos a tener una enorme caída en las emisiones de carbono este año - hay proyecciones de que va a ser la mayor caída que hemos visto hasta la fecha. Tendríamos que seguir haciendo esas reducciones por lo menos 5 a 10 años en el futuro si queremos alcanzar la neutralidad de carbono", recalcó Leanne Morrison.
Necesidad de protocolos sostenibles
Esta situación es nueva para todos, para las empresas, para las instituciones, para los directivos que deben salir a dar la cara, y para las autoridades. En estos momentos, parte de ese protocolo sostenible pasa por ser un protocolo de gestos. Los gestos son fundamentales hoy y lo van a ser en el futuro, escribe Santiago Sánchez Regadera, Profesor de Protocolo y Organización de Eventos, Universidad Camilo José Cela, en un artículo en The Conversation.
“El distanciamiento físico, aunque nuestro carácter latino lo dificulte, va a tener que perdurar en el tiempo más allá del confinamiento. Es ahí donde entran los gestos. Gestos nuevos, pues antes eran otros los que utilizábamos para comunicar lo que no podemos transmitir ahora. Un abrazo debe ser sustituido por otro gesto, pero debe mostrar el mismo cariño. Una sonrisa con mascarilla no se ve, pero debemos mostrar de otra manera la complicidad y admiración”, precisó.
“Otro de los puntos que harían que el protocolo fuera sostenible y que es el momento de darle la importancia que se merece es la sociedad. Es importante trabajar hacia un nuevo protocolo social, entendido no como las normas antiguas de cortesía, sino como el que otorga protagonismo a la representación de todas las sensibilidades que convivimos en este país. Es el momento además de darle la importancia que tienen también los colectivos más desfavorecidos, empezando, como punto de partida, por los más afectados por esta crisis”, recalcó Sánchez Regadera.
Con información de The Conversation, Marcus Megalokonomos de SBS News y ABC.