Un grupo de veinte estudiantes internacionales se han sido acogidos de manera desinteresada con el empresario Mauricio Pucci en su casa.
Según , son jóvenes que han perdido sus trabajos, ingresos y hogares debido al coronavirus y que ahora se han instalado en una granja que se encuentra a 126 kilómetros al norte de Sídney, a las afueras del pueblo Martinsville, en Nueva Gales del Sur.
Son trabajadores casuales que sólo pueden trabajar solo 20 horas a la semana. La mayoría perdió su empleo hace cerca de un mes, cuando la primera ola de las consecuencias económicas del coronavirus azotó a los sectores minoristas y hosteleros.
"Se están quedando sin dinero para comprar alimentos y eso es lo que me preocupa", dijo al Sydney Morning Herald el Sr. Pucci, un agente de educación internacional que ofreció la propiedad a los estudiantes de forma gratis e incluyendo alimentos básicos.
"Oh hermano, es desgarrador", dijo Pucci. "La situación recién comienza. Pero en las próximas cuatro a ocho semanas va a ser realmente terrible".
Los estudiantes internacionales deben volver a casa
El primer ministro australiano, Scott Morrison, dijo el viernes que los estudiantes internacionales deberían retornar a sus países en caso de que no puedan solventar sus costes.
“Todos los estudiantes que vienen a Australia en su primer año tienen que dar una garantía de que son capaces de mantenerse por sí mismos durante los primeros 12 meses de su estudio. Ese es un requisito de su visa cuando vienen a ese primer año”.
“Ahora bien, estas visas y los que están en Australia bajo diferentes tipos de visa, obviamente ellos no son retenidos aquí de forma obligatoria. Si no están en condiciones de mantenerse, entonces existe la alternativa de que regresen a sus países de origen”, precisó el primer ministro liberal.
Hay más de 570,000 estudiantes internacionales en Australia, que aportan a la industria cerca de $ 35 mil millones al año. Ninguno de ellos es elegible para el paquete de subsidio salarial de $ 130 mil millones del gobierno.
Sus familias, muchas de las cuales ahorraron para enviar niños a Australia, también se están quedando sin fondos a medida que el coronavirus cierra las puertas de las economías desde Colombia hasta China.
"Estamos hablando de miles y miles de ellos", dijo Pucci. "Recibí una llamada telefónica ayer; este tipo estaba durmiendo en su automóvil. ¿Por qué? Porque no tiene un lugar. La familia con la que estaba lo echó".
El pasado 24 de marzo, la ministra de Asuntos Sociales, Anne Ruston, hizo uso de sus poderes especiales otorgados por la crisis del COVID-19 para ampliar las ayudas sociales que se otorgan a los residentes y ciudadanos australianos que se quedan desempleados a los estudiantes de tiempo completo.
Pero defensores de los derechos de los inmigrantes y los estudiantes internacionales piden al gobierno que extienda esas ayudas a los jóvenes extranjeros que han perdido sus empleos y están aún estudiando en Australia.
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