Australia reabre sus fronteras y recibe a turistas por primera vez desde el inicio de la pandemia

Cada mes de restricciones de viajes ha costado a las empresas unos $3.600 millones de dólares, según se ha informado. Se espera que los turistas vuelvan paulatinamente, pues los vuelos desde y hacia Australia todavía no regresan a sus niveles anteriores a la pandemia.

Charlotte Roempke welcomes her grand father Bernie Edmonds as he arrives at Sydney International Airport

Charlotte Roempke welcomes her grand father Bernie Edmonds as he arrives at Sydney International Airport. Source: AAP

Australia ha abierto sus fronteras internacionales a todos los turistas vacunados, casi dos años después de que el país impusiera por primera vez algunas de las restricciones de viaje más estrictas del mundo en relación con el COVID-19.

"La espera ha terminado", dijo el Primer Ministro Scott Morrison durante una conferencia de prensa el domingo antes de la reapertura.

"Hagan las maletas", dijo a los posibles visitantes, y añadió: "No olviden traer su dinero, porque encontrarán muchos lugares donde gastarlo".

El primer vuelo que llegó al aeropuerto de Sídney procedía de Los Ángeles poco después de las 6 de la mañana. Están previstas otras llegadas desde Tokio, Vancouver y Singapur.

El Ministro Federal de Turismo, Dan Tehan, estuvo presente para dar la bienvenida a los primeros turistas y declaró a la cadena Nine: "El primer pasajero (en entrar en la sala de llegadas) tenía una enorme sonrisa en la cara a pesar de haber estado en un avión durante 20 horas y pico".
Y añadió: "Qué maravillosa, maravillosa noticia para nuestra industria turística y las 660.000 personas empleadas en ella".

"Hay entusiasmo en todas partes, la gente está encantada, absolutamente encantada".

Se espera que sólo 56 vuelos internacionales aterricen en Australia en las 24 horas posteriores a la reapertura -muy por debajo de los niveles anteriores a la pandemia-, pero Morrison dijo que no tenía "ninguna duda" de que el número aumentará con el tiempo.

Australia cerró sus fronteras a casi todo el mundo, excepto a los ciudadanos y residentes, en marzo de 2020 en un intento de frenar el creciente número de casos de COVID-19.

La prohibición de viajar -que también prohibía a los ciudadanos viajar al extranjero sin una exención e imponía un estricto límite a las llegadas internacionales- le valió al país el apodo de "Fortaleza Australia".

Según la Cámara de Comercio e Industria de Australia, cada mes de aplicación de estas políticas ha supuesto un coste para las empresas de unos $3.600 millones de dólares. El turismo se ha visto especialmente afectado.
El director general de Qantas, Alan Joyce, dijo que las reservas habían sido fuertes desde que el gobierno federal anunció la apertura del país el 21 de febrero, después de que las fronteras se cerraran hace dos años debido a la pandemia de COVID-19.

"Estamos en esta posición hoy gracias a los millones de australianos que se arremangaron para vacunarse y dar al gobierno australiano, y a los gobiernos de los estados y territorios, la confianza de que podemos reabrirnos al mundo con seguridad", dijo en un comunicado.

Datos del turismo que regresa

Según los últimos datos de la Oficina Australiana de Estadísticas (ABS), en enero se produjeron 265.450 llegadas desde el extranjero, el resultado más alto desde que se impusieron las restricciones en las fronteras internacionales en marzo de 2020.

Pero eso solo representa una décima parte del volumen de viajes anterior a la pandemia de COVID-19.

En enero de 2020, hubo 2,26 millones de llegadas desde el extranjero.

El sector de los viajes y el turismo se ha visto muy afectado durante la pandemia: las empresas se han visto obligadas a cerrar y los operadores turísticos han abandonado el sector en busca de empleos más seguros.
El sector calcula que ha perdido más de $4.000 millones de dólares al mes debido a la falta de turistas procedentes del extranjero.

Muchos viajeros de Nueva Zelanda, China y EE.UU. -los principales países de origen de las llegadas de visitantes antes de la pandemia- siguen atentos.

La administración de aviación civil de China emitió órdenes de suspensión de varios vuelos desde Sídney y Melbourne debido a los brotes de Omicron el mes pasado, y su política de "cero-COVID" y las largas restricciones de cuarentena, siguen dificultando los viajes.

Las autoridades sanitarias de Nueva Zelanda y EE.UU. han emitido advertencias de "no viajar" a Australia en medio del aumento de los casos de Omicron.

Mientras que las fronteras australianas se han reabierto sin cuarentena para los visitantes internacionales totalmente vacunados, Australia Occidental sigue siendo una excepción, aunque se abrirá el 3 de marzo.

Australia va por detrás de destinos como Tailandia y el Reino Unido, que abrieron antes y también han eliminado las restricciones de cuarentena para los visitantes totalmente vacunados.

Campañas para atraer turistas en medio de desconfianza de viajar

La semana pasada, Turismo de Australia dio su primer paso para salvar el sector, lanzando una campaña de $40 millones de dólares, Come and Say G'Day - Don't Go Small, en Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania, Francia, Italia y Canadá.
El Ministro de Turismo, Dan Tehan, declaró que la campaña era sólo el primer paso de una estrategia a largo plazo para reanudar el turismo hacia Australia y que invertirá más en ayudar a la recuperación del turismo a finales de este año.

Sin embargo, una nueva encuesta realizada por el Consejo Australiano de Exportación Turística (ATEC) reveló que el 66 por ciento de los operadores turísticos receptivos han manifestado su preocupación por la falta de confianza de los consumidores a la hora de reservar sus viajes a Australia.

La capacidad de la aviación es otro factor vital en la recuperación del sector de los viajes y el turismo después de la crisis.

Aunque Qantas y Virgin Australia tienen planes de abrir más rutas internacionales a finales de este año, ambas aerolíneas han anunciado que reducirían temporalmente su capacidad internacional debido a la demanda de viajes, el aislamiento del personal y la situación de Ómicron.

El mes pasado, Qantas informó que sus vuelos internacionales se reducirían del 30 por ciento de los niveles anteriores a la pandemia al 20 por ciento en el trimestre de marzo, a pesar de que el consejero delegado Alan Joyce confiaba en que la aerolínea podría volver a alcanzar el 100 por ciento de su volumen anterior a la crisis recién en 2023.

Virgin Australia ha declarado que reducirá la capacidad de su red en aproximadamente un 25 por ciento en enero y febrero, y ha suspendido su único servicio internacional, la ruta Sídney-Fiji.

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Published 21 February 2022 8:54am
Source: AAP, AFP, SBS


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