Al iniciarse el domingo la 42 sesión del Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco dio en Baréin, las organizaciones Sociedad de Vida Salvaje (Wilderness Society), el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, siglas en inglés), la Fundación Australiana para la Conservación y la Sociedad Australiana de Conservación Marina pidieron al organismo que ordene una investigación urgente sobre la inacción del Gobierno australiano ante el peligro de deforestación de las cuencas de la Gran Barrera de Arrecifes.
Las cuatro organizaciones alerta que se talarán unas 36.600 hectáreas de bosques primarios en las cuencas de la Gran Barrera, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, a raíz de unos permisos de “agricultura de alto valor” que fueron emitidos por el anterior gobierno de la coalición Liberal Nacional en el estado de Queensland.
El actual Gobierno en Queensland emitió nuevas leyes en mayo pasado para evitar la deforestación, pero no puede anular los permisos de forma retroactiva, lo que deja la decisión en manos del Gobierno de Australia, explica el comunicado que recuerda que en el año fiscal 2015-16 se arrasaron 158,000 hectáreas de bosques en las cuencas de la Gran Barrera.
“El Gobierno australiano ha admitido que tiene el poder y la responsabilidad de controlar la deforestación en las cuencas de la Gran Barrera. Sin embargo el Gobierno australiano ha fracasado en aplicar la Ley de Conservación de la Diversidad y Protección Ambiental para prevenir la tala de árboles en las cuencas de la Gran Barrera de Arrecifes”, según la carta enviada a la Unesco citada en el comunicado.
La deforestación acelera el corrimiento de sedimentos y nutrientes en las aguas de la Gran Barrera de Coral, lo que puede provocar que se bloquee la luz que necesitan los corales para crecer, afecte la dureza de los corales y promueva el crecimiento de algas a expensas de estos organismos vivos, además de acelerar la propagación de las peligrosas coronas de espinas.
En abril pasado, el ministro de Medioambiente y Energía de Australia, Josh Frydenberg, anunció hoy 500 millones de dólares para proteger la Gran Barrera, dinero que se destinó después de que ésta fuera afectada durante dos años consecutivos por el blanqueo de sus corales.
Ese dinero servirá para la investigación que ayude a su recuperación, la mejora de las aguas, el control de las plagas de estrellas de espina, así como incentivos para que los agricultores contaminen menos, entre otras acciones.
“No tiene sentido que el Gobierno australiano apruebe la tala de árboles y cree una mayor contaminación en las cuencas sensibles de la Gran Barrera mientras que invierte a la vez 500 millones de dólares para arreglar el problema”, criticó por su lado la directora ejecutiva de la Fundación Australiana para la Conservación, Kelly O’Shanassy.
Artículos relacionados
El Gobierno australiano destinará 500 millones de dólares para la Gran Barrera