La Comisión Australiana de Derechos Humanos (AHRC) publicó un informe independiente sobre el mundo de la gimnasia, un deporte en el que participan unas 231.000 personas, principalmente menores y a nivel recreativo, de las cuales el 77 por ciento son mujeres .
El informe, publicado un año después de que la Federación de Gimnasia Australia le pidiera investigar a fondo la cultura en esta disciplina, fue motivado por el documental “Athlet A” (2020) sobre los abusos del médico estadounidense Larry Nasser perpetrado contra innumerables gimnastas.
“Sufrí abusos sexuales por parte de un masajista que me trataba por una lesión de gimnasia. Los abusos se produjeron durante un periodo de tiempo en torno a los 8-9 años de edad. El abuso, el sexo y la defensa eran completamente extraños para mí en ese momento. Este hombre abusó de mí de varias maneras, a menudo con mi madre en la habitación. Me tumbaba boca abajo en la mesa de masajes con lágrimas cayendo por mi cara en silencio. Recuerdo que era increíblemente doloroso, pero no quería quejarme", dijo una de las entrevistadas a la Comisión.
Puntos destacados:
- La Comisión Australiana de Derechos Humanos (AHRC) destapó abusos, incluyendo sexuales, contra gimnastas, principalmente niñas, durante décadas.
- La cultura de “ganar a toda costa” también causó daño psicológico y físico por diversas prácticas como un erróneo control de peso y ridiculización de los cuerpos.
- Del total de 231.000 personas que practican gimnasia en Australia, principalmente a nivel recreativo, un 77 por ciento son mujeres y un 91 por ciento menores.
Otra de las sobrevivientes contó que su entrenador “mostrara afecto no deseado, como agarrar los muslos... y a menudo, cuando nos estiraban en el gimnasio, tenía una erección, que yo sentía que empujaba repetidamente en mis caderas o espalda mientras gruñía y suspiraba".
" A menudo me estiraba durante mucho más tiempo que las otras chicas. Todo esto se hacía tan públicamente, a una edad en la que no sabes exactamente lo que está bien o mal, o incluso lo que es normal, por alguien a quien tus propios padres respetaban y te decían que respetaras, que no se te ocurriría decir nada porque ya habías aprendido que lo que sentías no importaba; todo lo que importaba era el rendimiento y que tu entrenador estuviera satisfecho”, agregó.
Además de las agresiones sexuales, los gimnastas sufrieron durante décadas por las prácticas para estirar sus cuerpos hasta el dolor para ganar flexibilidad y la humillación de las adolescentes al ser calificadas con exceso de peso.
"La entrenadora me estiró hasta un punto que quería morir. El dolor era atroz, si me enfadaba o lloraba, contaba más lentamente", explicó una antigua gimnasta.
"La primera vez que me dijo que estaba gorda, tenía 11 años y pesaba 22 kilos", explicó una tercera antigua deportista.
He tenido una buena vida a pesar de la gimnasia", señaló una antigua deportista de alto nivel bajo la condición de anonimato, entre las cerca de 50 personas preguntadas en este informe por la Comisión Australiana de Derechos Humanos (AHRC).
"Pero he tenido que hacer frente a consecuencias físicas y psicológicas. Me hubiera gustado sin duda no haber formado parte de la élite de la gimnasia", añadió.
La AHRC señaló que además de las agresiones, los gimnastas fueron víctimas de negligencias médicas, declaraciones racistas y sexistas, así como humillaciones físicas.
"No se llevaron a cabo denuncias o investigaciones de los casos de maltrato, negligencia hacia los niños, mala conducta, intimidación, acoso y agresión sexual en la gimnasia", lamentó la AHRC.
La comisión llevó a cabo 47 entrevistas con 57 participantes, entre los que se encontraban antiguos y actuales atletas, personal y entrenadores, además de recibir otras 138 comunicaciones por escrito.
Disculpas sin reservas
El informe, que emitió 12 recomendaciones, determinó que los esfuerzos en el mundo profesional de la gimnasia son "insuficientes" para entender y prevenir los comportamientos que deriven en abuso y la negligencia de los gimnastas.
Asimismo, la Comisión apuntó en el informe que las prácticas de contratación de entrenadores debe tener más controles para asegurarse de que la relación con el menor sea respetuosa y puso en evidencia los riesgos de la cultura de querer ganar a cualquier precio.
La Federación Australiana de Gimnasia, que encargó la investigación a la AHRC, "presentó sus disculpas sinceras a todos los deportistas que fueron víctimas de abusos así como a los miembros de sus familias". Prometió además adoptar las 12 recomendaciones propuestas por este informe.
La Federación admitió que el informe le ha obligado a hacer un examen de conciencia al identificar prácticas nocivas derivadas de la cultura de "ganar a cualquier precio", así como el silenciar las voces de las que denuncian, el culto al "cuerpo ideal" no saludable, especialmente entre las mujeres, y los métodos "arcaicos" de entrenamiento, así como las formas de abuso que son "profundamente preocupantes".
En los últimos años la gimnasia se ha visto envuelta en numerosos escándalos de varios países. En Estados Unidos, Larry Nassar, antiguo médico del equipo nacional, fue declarado culpable de haber agredido sexualmente durante dos décadas a al menos 265 gimnastas de alto nivel, entre ellas la leyenda Simone Biles.
En Gran Bretaña, varias deportistas también denunciaron abusos. A principios de abril antiguas gimnastas griegas afirmaron haber sufrido maltratos "cercanos a la tortura" por parte de sus entrenadores.
Con información adicional de la AFP
