Sinopsis
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) calificó la violencia que viven las mujeres y personas de la comunidad LGBTIQ+ en El Salvador, Guatemala y Honduraslos como “alarmante” e instó a los gobiernos a tomar acciones que frenen el flagelo.
La Alta Comisionada Auxilicar para la Protección de ACNUR, Gillian Triggs, asegura que los abusos también continúan durante el desplazamiento de mujeres y niñas, y la situación se ha visto agravada por la pandemia de COVID-19, que “sigue siendo uno de los principales riesgos a los que se enfrentan durante su desplazamiento”.
Un estudio universitario en El Salvador revela que las mujeres representan el 53% de la población que migra a México, Estados Unidos o Canadá y que la violencia es la principal causa.
Según ACNUR, las pandillas callejeras centroamericanas suelen atacar y forzar a mujeres y niñas, a la esclavitud sexual. Los delincuentes también utilizan la agresión sexual como arma para obligar a los miembros de la familia a realizar actividades ilícitas.
Agrega que cuando se percibe que las mujeres y niñas tienen vínculos con una pandilla concreta, pueden ser objetivo de las pandillas rivales. Además, las mujeres y las niñas pueden ser víctimas de abuso o violación o, incluso, ser asesinadas como parte de los ritos de iniciación de las pandillas.
Mientras miles de centroamericanas huyen de la violencia en sus países, el gobierno de Joe Biden anunció que reiniciará el controvertido programa fronterizo Quédate en México, que como sucedió en la era de Donald Trump, obligará a los solicitantes de asilo en Estados Unidos a esperar sus audiencias migratorias en territorio azteca.