Puntos destacados:
- Isabel Osuna conoce de cerca el tema de la discapacidad, ya que ella vive con ceguera y sordera parcial, y una condición rara y debilitante que desarrolló de adulta.
- Trabaja en proyectos para ayudar a las personas con discapacidades de comunidades multiculturales en Australia del Sur, enfocados en la participación laboral y escolar.
- En 2016 fue galardonada el premio Excellence in Language, Literacy and Numeracy Practice Australian Training Award por su trabajo con comunidades aborígenes en el Territorio del Norte.
Isabel Osuna ha dedicado su vida en Australia divulgando información sobre los recursos disponibles en el ámbito laboral y académico para ayudar a personas de bajos recursos y personas con discapacidades de comunidades multiculturales. En el proceso comparte su historia personal y estrategias sobre cómo lidiar con las barreras que enfrenta en la vida debido a su ceguera y sordera parcial.
Isabel está convencida de que todas las personas tienen la capacidad de ampliar sus conocimientos, independientemente de sus diferencias.
“Si entrenamos a las personas para estudiar o para realizar un trabajo, todo es posible. Porque la educación es lo que te permite salir adelante. Entre más sepa esa persona, más oportunidades tendrá y más cosas podrá realizar”, afirma con certeza en entrevista con SBS Spanish.
Isabel Osuna, especialista en educación y asesoramiento en carreras profesionales. Credit: Supplied
En 2016 fue galardonada el premio Excellence in Language, Literacy and Numeracy Practice Australian Training Award, por sus esfuerzos en el área de la educación y la formación laboral de personas desaventajadas de comunidades aborígenes en el Territorio del Norte.
“Cuando uno luce diferente, uno vive en las afueras del mundo”
En su más reciente emprendimiento, Isabel se ha enfocado en ayudar a personas con discapacidades de comunidades multiculturales, ya que es un tema con el que está familiarizada desde temprana edad, cuando el obstetra que la trajo al mundo le fracturó su mandíbula accidentalmente durante una intervención con fórceps.
Ese incidente le generó una anomalía y su mandíbula comenzó a crecer dentro de su cráneo afectando sus glóbulos oculares, en particular su ojo derecho. Años mas tarde ese ojo terminó dañado y con solo el cinco por ciento de visión.
Su sordera parcial, por otro lado, ocurrió después, cuando tuvo una caída por un ataque de vértigo grave.
La pequeña Isabel Credit: Supplied
“Yo tenía la cara deformada. Mis mandíbulas no se unían, por lo tanto no podía comer como las personas normales. Mis dientes no se tocaban. Yo no tenía una sonrisa. Lo que tenía era un hueco en la boca, porque los dientes no estaban como deberían estar”, cuenta Isabel.
Yo sufrí mucho de bullying. No tenía amigos. Tenía muy poquitas personas en quien yo confiaba. Entonces, lo que hacía era leer y estudiar. Y sí, era un ser muy solitario.Isabel Osuna
Aparte de la deformación de su mandíbula, Isabel necesitaba usar lentes especiales que eran tan gruesos que ella misma reconoce, "parecían fondos de botella".
Por esta razón Isabel afirma que “cuando uno luce diferente, uno vive en las afueras del mundo”.
Isabel fue inspiración desde pequeña
Marginada por menores de su edad, Isabel comenzó a notar que muchos niños con síndrome de Down corrían por las calles de su barrio en Venezuela como si estuvieran perdidos.
Ella recuerda que le preguntó a su madre por qué esos niños no iban a la escuela, a lo que su madre respondió: “porque son diferentes”.
Isabel junto a sus padres Credit: Supplied
Isabel cuenta que los niños comenzaron a visitarla y con apenas ocho años ella logró enseñarles el abecedario y a leer sus libros.
La pequeña niña venezolana descubrió algo que jamás había experimentado.
Ellos no me juzgaban porque no me veían como una persona diferente. Y ser diferente me ayudó a entender a otras personas que eran diferentes y a ayudarlas también.Isabel Osuna
Durante sus últimos años de la escuela primaria, la deformación de la cara de Isabel fue completamente corregida con una operación de mandíbula. Pero la recuperación después de la cirugía tomó un año, por lo que tuvo que ausentarse del colegio y seguir sus estudios en casa.
Isabel también aprovechó ese periodo para reemplazar sus anteojos con lentes de contacto, logrando una transformación física impresionante.
“Empecé a ver a todas las personas que yo ya conocía de mi escuela y un par de ellas vinieron y se sentaron a mi lado y me preguntaron si era nueva. Dije que sí: ‘sí, yo soy nueva’. Entonces, vino una de mis amigas… se me acerca y me dice: ‘es que tú me pareces a alguien que yo conocí, la voz y tal’. Le dije: ‘Odila soy yo, Isabel’. Y me dice: ‘¡no lo puedo creer!”.
Cambiando actitudes y estigmas
La tarea de enseñar y compartir conocimiento que Isabel comenzó a los ocho años en Venezuela, la continuó años más tarde en su nuevo hogar, Australia, en donde desde hace muchos años trabaja ayudando a personas con discapacidades en comunidades multiculturales.
La labor de Isabel consiste en orientar y acercar herramientas a estas personas para que puedan lograr sus metas laborales y académicas, y en el proceso aprendan a cambiar actitudes y estigmas.
“Así como pasaba cuando yo era pequeña, que los niños no iban a la escuela porque tenían síndrome de Down, las personas cuyo primer idioma no es el inglés o que no entienden los sistemas piensan que aquí es igual que en sus países de origen. Entonces, mantienen a los niños en casa y no los llevan a la escuela”, expone.
Isabel trabaja con esas comunidades brindando información sobre los servicios y herramientas disponibles para superar sus situaciones laborales o educacionales.
Isabel Osuna con John Fulbrook, miembro de la Cámara de la Asamblea de Australia del Sur Credit: Supplied
Todas las personas tenemos la capacidad de aprender algo. Y si una persona quiere trabajar existen las posibilidades.Isabel Osuna
"Entonces, si ayudamos a las personas a estudiar o las entrenamos para hacer un trabajo, todo es posible. Porque la educación es lo que te permite salir adelante. Porque entre más sepa esa persona, más oportunidades tiene y más cosas puede hacer”.
La meta detrás del trabajo de Isabel es ayudar a las personas a aprovechar las oportunidades en la vida.
“Yo no quiero que nadie termine su vida sin haber logrado aunque sea uno de sus sueños. Me gustaría que todas las personas buscarán, aunque sea un poquito, ese sueño y tratar de hacerlo realidad”.
Esta historia es parte de la iniciativa Speak My Language, financiada por el departamento de servicios sociales de la Commonwealth.
Es un orgullo para SBS Spanish compartir esta historia a través de su asociación con el Consejo de Comunidades Étnicas de Nueva Gales del Sur y de todos los estados y territorios de Australia.
Escucha la historia completa de Isabel Osuna presionando en el icono que se encuentra debajo del título de este artículo.