Las consecuencias de la prohibición de entrada a ciudadanos de China en Australia pueden ser terribles, especialmente para el sector universitario, que tanto depende de este alumnado. Se sabe que al menos el 60% de los estudiantes de procedencia china e inscritos en universidades australianas, todavía no ha ingresado en nuestro país y teniendo en cuenta que el curso académico comienza este mes, las universidades se apresuran a buscar soluciones,
Las pérdidas económicas de los centros estudiantiles podrían alcanzar los 2000 millones de dólares, si el problema no remite, dada la gran dependencia del sistema de alumnado de procedencia del país asiático
Ángel Calderón, asesor de planificación y análisis institucional de la universidad RMIT, asegura sin género de dudas, que la imagen de Australia se está viendo afectada fuera de sus fronteras. Calderón añade que desde China ya se está buscando los mecanismos para reducir el número de jovenes que estudian en el exterior.
Como ejemplo descataca el retraso de los exámenes de inglés previos, a los que se tienen que someter a sus estudios universitarios. El asesor defiende que se deben buscar nuevos mercados para seguir con el sistema educativo que se lleva a cabo, como país exportador de educación. Escucha la entrevista más arriba.