La decisión del ministro de inmigración de Australia, Andrew Giles, ha impedido la deportación inmediata de una familia colombiana en Launceston, Tasmania, luego de que el propio departamento de inmigración rechazara la solicitud de residencia permanente enviada por la empresa que contrató y patrocinó al padre de la familia.
El ministro decidió a favor de la familia Peñuela y pidió suspender la deportación de Australia del padre, madre y dos hijas, que han estado viviendo legalmente en el país por más de una década con diferentes visas.
La decisión significa que la familia podrá permanecer en el país bajo una visa puente (subclase E) hasta que reciba la respuesta de parte del gobierno a su nueva solicitud de residencia permanente en Australia que la familia presentará con el asesoramiento de un agente de migración.
César Peñuela y su esposa Claudia Castillo llegaron a Australia en 2009 con el mismo sueño que comparten muchos inmigrantes latinoamericanos; trabajar, armar una familia y quedarse a vivir en Australia. Pudieron permanecer en el país por varios años con diferentes tipos de visas, hasta que César consiguió una visa de patrocino regional a través de su trabajo, que le abrió una vía sólida hacia la residencia permanente.
César Peñuela y su esposa, Claudia Castillo, antes de ser padres (facebook)
Si el trabajador patrocinado cumple todos los requerimientos, el empleador puede iniciar los trámites para que el empleado obtenga la residencia permanente. Pero en el caso de César, la solicitud fue negada por el Tribunal Administrativo de Apelaciones.
Según el colombiano, el rechazo de su solicitud fue culpa de su empleador, quien presuntamente no proporcionó los documentos necesarios para que su solicitud fuera aprobada.
Como resultado, el gobierno le informó a la familia que sería deportada a Colombia a mediados de noviembre 2022.
Sin embargo, la orden cambió "a ultimo minuto" y los cuatro recibieron autorización para permanecer legalmente en Australia, tras la concesión de otra visa puente, que le permite a César iniciar una nueva solicitud con la ayuda de un agente de inmigración.
Aunque no se puede precisar cuánto tiempo demorarían los tramites y la evaluación de la nueva petición por parte del departamento de inmigraciónno, César y su familia están profundamente agradecidos.
“Estamos muy contentos con el resultado que acabamos de recibir… mi familia está muy contenta. Estoy muy contento por mis hijas porque puedo seguirles asegurando su educación y futuro en Australia,” confirmó César Peñuela en entrevista con SBS Spanish.
(Facebook)
Apoyo incalculable
La comunidad de la ciudad de Launceston en Tasmania ha estado apoyando a la familia colombiana de manera incondicional, y hasta el club de fútbol, Northern Rangers, creó una cuenta de GoFundMe para ayudarles a cubrir los costos legales y de inmigración.
César también afirmó que el apoyo por parte de los representantes políticos locales ha sido incalculable.
“Recibimos apoyo de (la parlamentaria liberal) Lara Alexander y de (la miembro liberal de Bass) Bridget Archer, en Launceston… de Michelle O´Byrne miembro local del partido laborista… ellas se encargaron de reunir toda la documentación”, explicó.
Los documentos incluían datos clave de la familia como el trabajo esencial que ha estado desempeñando su esposa en el sector del cuidado de personas mayores, el trabajo voluntario que realiza él junto con su esposa, y la dedicación académica que demuestran sus hijas en el colegio y en las actividades deportivas de la comunidad local.
Agradecemos al ministro Andrew por tomar la decisión de otorgarnos está visa puente… que nos permite permanecer en Australia para recibir suporte legal y poder solicitar la residencia bajo otros términos.César Peñuela
“Mi esposa trabaja en aged care (sector de cuidado para adultos mayores), mi hija estudia y representa el fútbol femenino en Tasmania, y mi esposa y yo hacemos voluntariado en las organizaciones como San Vincent de Paul”, agregó.
“Amigos de colegios vecinos, toda la comunidad envió sus cartas, sus pensamientos sobre nosotros como familia, como miembros de la comunidad, y el aporte que hemos dado para el estado de Tasmania en cinco años”.
César cuenta que también recibieron cartas de apoyo por parte de la comunidad de Melbourne y que gracias a las recomendaciones de la comunidad, su deportación fue suspendida.
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“Todo este paquete fue enviado a la oficina de las liberales Lara Alexander y Brigitte Archer y las laboristas Michelle O’Byrne, la senadora Helen Polley, la senadora Carol Brown, la senadora liberal Wendy Askew y el representante liberal Michael Ferguson y todos ellos llevaron está solicitud con todos los datos de la comunidad al ministerio de inmigración (en Canberra) y el ministro se tomó el tiempo de leer nuestro perfil, nuestro historial en Australia y nuestro aporte como migrantes”, informó el colombiano, quien se siente profundamente agradecido con la decisión del ministro de inmigración de Australia, Andrew Giles.
“Agradecemos al ministro Andrew por tomar la decisión de otorgarnos está visa puente… que nos permite permanecer en Australia para recibir suporte legal y poder solicitar la residencia bajo otros términos, sin necesidad de involucrar a un empleador, o un patrocinador, y con un enfoque en nuestras habilidades y experiencias laborales en Australia”.
El trauma que ocasiona la deportación
Según expertos en salud mental, la deportación representa una experiencia traumática que ocasiona heridas tanto psicológicas, como emocionales y financieras que se intensifican dependiendo del país al que la persona debe volver.
En el caso de la familia Peñuela, el estrés de su calvario comenzó tan pronto como supieron que ya no podían quedarse en Australia.
Inicialmente, la familia había hecho su solicitud para la visa permanente a través de un empleador patrocinador que, según César, no presentó la documentación adecuada, lo que causó que el Departamento de Inmigración decidiera cancelarle su visa y ordenara la deportación.
Tras esa decisión la familia tuvo que vender todas sus pertenencias, partió de Launceston y se trasladó a Melbourne, listos para volver a Colombia.
Pero con la anulación de la orden, gracias a la intensa campaña comunitaria y política, la familia ahora ha vuelto a Launceston para reconstruir sobre lo que ya habían dejado.
César admite que ha sido una experiencia sumamente estresante y la contención de sus hijas pequeñas durante la odisea burocrática generó inestabilidad dentro de la familia.
"Sí, pues la pequeña, la hija de 7 años me preguntaba; ¿Qué está pasando? ¿Nos vamos o nos quedamos?.. es un poco difícil explicarle a ella para que entienda la situación y todo lo que está pasando".
El futuro en Tasmania brilla
Al conocer el cambio de decisión, César cuenta que "las niñas se pusieron muy contentas" con la perspectiva de poder reanudar sus vidas en Launceston.
La hija mayor de Cesar y Claudia. (Facebook)
"Mi hija mayor está muy contenta, porque ella es la que se ha enfocado mucho en el fútbol femenino, que ha despegado en los últimos años en Australia y el mundo, y en este momento su equipo en Tasmania está compitiendo en el fin de temporada, de modo que ahora vuelve a ser parte de la nómina del equipo para terminar el 2022 e iniciar el 2023.”
Aunque ha sido un período sumamente duro para la familia, César está sumamente agradecido de haber recibir una segunda oportunidad para extender su estadía en Australia y volver a Launceston.
“Pues dejamos las cosas materiales, pero no la comunidad, el apoyo por parte de ellos para iniciar este nuevo proceso sigue”, explicó.
“Tendremos que seguir adelante, paso a paso, es lo que siempre hemos hecho, mi esposa y yo en 13 años de matrimonio... paso a paso... cada cosa a su tiempo”, agregó César.