La canción (coescrita por José Tortabu) narra la experiencia personal de un emigrante que se enamora de la ciudad que se ha convertido en su nuevo hogar. La diversidad de artistas que han participado en la creación de esta canción y del vídeo (editado por Carlos Meza) pone de manifiesto la fuerza y la resistencia de una comunidad que trabaja unida, aunque en aislamiento social, en algunos de los momentos más difíciles que ha vivido la industria, y muestra lo que se puede conseguir si se conecta con los compañeros para trabajar en colaboración hacia un objetivo común.
La grabación incluyó instrumentos de todo el mundo con 12 vocalistas, 10 percusionistas, 13 instrumentos de cuerda, 8 de teclado y 4 de viento.
Conversamos con Oscar Jimenez sobre este proyecto.
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