Diferencias ambientales y agrícolas frenan tratado de libre comercio entre Mercosur y Unión Europea

EU-CELAC Summit in Belgium

Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) Ilan Goldfajn, Presidente de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva, Presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen, Primer Ministro de España Pedro Sánchez y Sergio Diaz Granados Guida, político colombiano asistente a la cumbre de la Unión Europea -Cumbre de la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (UE-CELAC) en el edificio del Consejo Europeo en Bruselas el 17 de julio de 2023. Photo by Monasse T/ANDBZ/ABACAPRESS.COM. Source: ABACA / Monasse Thierry/ANDBZ/ABACA/PA/Alamy

El tratado de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea es frenado por las diferencias ambientales y agrícolas, que podrían resolverse en las negociaciones que se retomarán en agosto. El bloque europeo rechaza incluir productos de zonas deforestadas y los suramericanos rechazan las amenazas, aunque pretenden que este año se firme el mayor acuerdo comercial del planeta.


Sinopsis:

Los equipos negociadores del Mercosur y la Unión Europea se reunirán "a partir de agosto" para discutir los "puntos pendientes". Así acordaron los cancilleres de Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay con el comisario de Comercio de la Unión Europea, Valdis Dombrovskis, en Bruselas.

Este tratado promete crear la mayor zona de libre comercio del mundo con más de 780 millones de consumidores. Sin embargo, después de 24 años de negociaciones no consigue ser ratificado porque el bloque europeo exige ambiciosos estándares a la protección ambiental de las selvas tropicales. Pero los suramericanos quieren lograr un acuerdo "equilibrado" en cuanto a las concesiones mutuas.

En nombre del bloque europeo, el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, dijo que existe una ventana de oportunidad para ratificarlo en este segundo semestre de 2023.

Europa pide a Brasil que haga más para proteger la Amazonia y otras áreas naturales del país, por lo que quiere que el texto final explicite medidas de protección medioambiental a las que Brasil se opone, como el nuevo objetivo provisional de deforestación que Brasil debería alcanzar en 2025.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, advirtió que un acuerdo comercial entre la Unión Europea y los países del Mercosur "no es posible" porque no aceptarán productos latinoamericanos de suelos deforestados.

El Mercosur fue creado hace 32 años y está formado por cuatro países miembros, Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, y siete países asociados, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú y Surinam.

Pero, la llegada del mandatario brasileño Luis Inácio Lula a la presidencia de Mercosur podría allanar el camino para sellar este pacto comercial, quien considera "urgente" que el Mercosur cierre un acuerdo con la Unión Europea antes de negociar con China.

Además, están los intereses agrícolas. Europa teme la competición de los países del Mercosur, que son grandes exportadores de productos básicos agrícolas a precios mucho más bajos que los europeos. Entre los países que más obstáculos ponen actualmente se encuentran Francia e Irlanda, que temen por la propia subsistencia de su agricultura local y defienden por ello posiciones más proteccionistas dentro del acuerdo.

El representante de la Federación Nacional Bovina de Francia, Christian Bajard, dijo a France24 que el tratado es hipócrita. Mientras la productora de soja, la brasileña Sonia Bonato, asegura que el acuerdo es prometedor.

Cuando el acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur entre en vigor, será el mayor tratado de libre comercio del mundo, con 31 países implicados, 27 de ellos del lado europeo, para un producto interior bruto total de 20 billones de dólares. El acuerdo reducirá las barreras comerciales y arancelarias con el objetivo de estimular el crecimiento económico.

En este sentido, el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, instó a concretar el tratado de libre comercio transatlántico.

Mientras la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, confirmó que pretenden que las negociaciones con el Mercosur lleguen a la línea final, eliminar las diferencias y concluir en un acuerdo ganar-ganar, para que ambos bloques se beneficien.

Finalmente, los dirigentes expresaron su "profunda preocupación por la actual guerra contra Ucrania, que sigue causando un gran sufrimiento", sin ninguna referencia a Rusia, en pleno conflicto entre los dos países desde que las tropas de Moscú invadieron la exrepública soviética en febrero de 2022.

El bloque europeo, que respalda financiera y militarmente a Ucrania, insistió en incluir en el texto final una mención a ese conflicto que trastornó las relaciones internacionales e impactó en la economía mundial.



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