Ambos cenaron juntos, aparecieron en ruedas de prensa y hoy visitan una fábrica de papel australiana en Ohio. Australia y Estados Unidos son aliados fuertes desde las guerras mundiales y este lazo se hace más estrecho por la empatía personal entre Trump y Morrison, quien no cabe en sus zapatos ante tantas atenciones prodigadas.
La amistad de Australia fue puesta a prueba en las ruedas de prensa este fin de semana. La preocupación se centra en torno a Irán y la posibilidad de un potencial conflicto armado en Oriente Medio con la escalada de tensiones.
El nerviosismo ha aumentado de manera constante entre Teherán y Washington desde la retirada unilateral de Estados Unidos, en mayo de 2018, del acuerdo nuclear iraní alcanzado en 2015, seguido por el restablecimiento de fuertes sanciones contra Irán.
Washington y Teherán se acercaron a un enfrentamiento militar directo en junio. Trump aseguró haber cancelado los ataques contra objetivos iraníes a último minuto después de que la República Islámica derribara un dron estadounidense en el Estrecho de Ormuz.
Morrison salió al paso a defender la capacidad de contención de Trump, su anfitrión, y además reafirmó en todo momento la amistad entre Australia y Estados Unidos.