Las reformas se derivan del recién publicado Informe Provisional del Acuerdo sobre las Universidades Australianas, en el que se afirma que en los próximos años habrá más puestos de trabajo que requieran una formación universitaria, y que "es necesario un cambio audaz y a largo plazo".
El informe sostiene que, para cubrir las necesidades de cualificación y empleo del futuro, es necesario un aumento significativo del número de estudiantes universitarios procedentes de los suburbios, las regiones, los entornos pobres, los estudiantes discapacitados y los estudiantes indígenas.
Las reformas se anunciaron el miércoles en el Club Nacional de Prensa, coincidiendo con el informe provisional de un grupo de expertos encargado de transformar el sector universitario australiano.
El ministro Federal de Educación, Jason Clare, declaró que el Gobierno también estaba tomando medidas para aumentar el número de estudiantes procedentes de zonas regionales o de entornos más pobres que acuden a la universidad.
El Gobierno también prorrogará dos años más la Garantía de Continuidad de la Enseñanza Superior para dar seguridad de financiación a las universidades, con algunas condiciones.
Los estudiantes de las Primeras Naciones representaban sólo el 2,06 por ciento de las matrículas universitarias nacionales, muy por debajo de la paridad demográfica, ya que los datos del censo indican que el 3,8 por ciento de los australianos son indígenas.
Y en las instituciones más prestigiosas de Australia, las cifras son aún más bajas, ya que los estudiantes indígenas representan poco más del 1 por ciento de los estudiantes nacionales en las universidades de élite del Grupo de los Ocho (Go8).
Entrevistados: Dra. Claudia Vasquez directora de Programas Académicos de la Universidad de Queensland y con el director de planeación de la Universidad RMIT, Angel Calderón.
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