El gobierno federal australiano calcula que las fronteras internacionales para turistas, estudiantes internacionales y migrantes permanecerán cerradas hasta finales del 2021, una vez que esté disponible la vacuna contra la COVID-19.
Esto hará que, en este año fiscal, Australia tenga un millón de personas menos de lo que se anticipó.
La expectativa de crecimiento de la población será de sólo un 0,2% este año, muy por debajo del 1,6% previsto.
Estas cifras muestran que la inmigración caerá en territorio negativo por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, y se espera que vuelva a sus niveles positivos en 2022-23.
El gobierno federal se está enfocando en impulsar las vías de visa existentes y ampliar la lista de cualificaciones o habilidades.
Pero algunos expertos dicen que va a ser complicado cubrir la demanda de trabajadores cualificados en estas circunstancias.
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