Sinopsis:
Dentro de cuatro años, Australia acogerá "despliegues rotatorios" de submarinos estadounidenses y británicos en Perth, como parte de uno de los proyectos de defensa más ambiciosos de la historia del país, en respuesta a la intensificación de la contienda armamentística submarina con Pekín en el Indo-Pacífico.
En 20 años más, Australia fabricará su primer submarino en el país.
Se espera que el programa cueste a los contribuyentes australianos entre $268.000 y $368.000 millones de dólares. Es una cifra que incluye una estimación de la construcción y el mantenimiento de los submarinos y todos los costes asociados.
Estarán equipados con el sistema estadounidense de lanzamiento vertical. Se prevé fabricar un submarino cada tres años.
Este anuncio ha sido considerado una demostración pública de fuerza militar, y envía un mensaje directo a Pekín, sobre cómo se está diseñando la seguridad internacional.
El primer ministro Albanese dice que este plan armamentístico creará alrededor de 20,000 empleos locales directos en muchos oficios y especializaciones.
Los astilleros de Osborne, en Australia del Sur, será uno de los centros de fabricación de estos submarinos.
Pekín respondió al anuncio de AUKUS diciendo que “Estados Unidos, el Reino Unido y Australia están yendo por el camino equivocado y peligroso para su propio interés geopolítico, ignorando por completo las preocupaciones de la comunidad internacional."
El ex primer ministro laborista, Paul Keating, ha criticado el acuerdo rechazando la idea de que China represente una amenaza militar para Australia y ha dicho que es “el peor acuerdo de toda la historia”.