Los recortes de impuestos de hasta $1,080 por persona podrían retrasarse, y es poco probable que el Parlamento Federal regrese antes del 30 de junio para poder ser aprovados.
El primer ministro Scott Morrison quiere que su plan de recorte de impuestos se convierta en ley lo antes posible, para que se aplique a las declaraciones de impuestos presentadas este año fiscal.
Sin embargo, sus esfuerzos para hacerlo pueden verse bloqueados por un calendario burocrático que escapa a su control.
El Primer Ministro tiene que esperar a que se devuelvan los mandatos electorales antes de que se llame al Parlamento Federal, lo que puede que no sea hasta finales de junio.
Los recortes de impuestos fueron una característica central de la campaña electoral de la Coalición y le darían a un hogar de doble ingreso $2,160 adicionales al año.
El mes pasado, la Oficina de Impuestos de Australia publicó una declaración que confirmó que necesitaba que el Parlamento cambiara la ley para implementar un recorte de impuestos.
Morrison y altos cargos de la Coalición dijeron repetidamente durante la campaña que la desgravación fiscal sería una de sus primeras prioridades en caso de ser elegidos.
Sobre el impacto de este retraso, o para algunos, primera promesa rota del gobierno, conversamos con el economista en Sídney, Charlie Rios.