Tras llegar de España, Lozoya, de 45 años, fue trasladado a un hospital por problemas de salud, aunque la fiscalía no aclaró si alcanzó a ser llevado antes al reclusorio donde está abierta su causa.
Al ser cuestionado por la prensa si la vida de Lozoya podría estar en riesgo, López Obrador respondió "podría, cómo no, y hay que cuidarlo".
El exdirector de Pemex deberá responder por presuntamente haber gestionado sobornos por 4 millones de dólares de Odebrecht, que habrían financiado la campaña que llevó a la presidencia a Enrique Peña Nieto como candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Lozoya es el único exfuncionario mexicano detenido en el marco de la red de sobornos que Odebrecht tejió en diversos países de América Latina a cambio de jugosos contratos de obras públicas.
También es requerido por la justicia mexicana para aclarar la compra, por parte de Pemex, de una vetusta planta de fertilizantes por un precio considerado excesivo, pues la instalación no había sido utilizada en 14 años.
En paradero desconocido desde mediados de 2019, Lozoya fue detenido en febrero pasado en Málaga (sur de España).