La destructiva tormenta de granizo que arrasó el pasado lunes la capital del país y que dañó automóviles y propiedades, ya ha ocasionado cerca de 1.500 reclamos a las aseguradoras, en menos de dos días.
La mayoría de estas demandas se han producido en Camberra y en Queanbeyan, una región al oriente del estado australiano de Nueva Gales del Sur, ubicada muy cerca de la capital australiana.
Las bolas de granizo del tamaño de pelotas de golf que azotaron la ciudad de Camberra causaron destrozos a infraestructura y automóviles, y más de mil hogares se quedaron sin electricidad. Horas más tarde se dio la declaración de desastre para esa zona.
De acuerdo con la cadena de noticias australiana ABC, Campbell Fuller, del Consejo de Seguros de Australia, dijo que esta declaración significa que los reclamos de seguro tendrán prioridad.
"La declaración de catástrofe del consejo de seguros significa que esas reclamaciones serán prioridad para las aseguradoras, por lo que las aseguradoras buscarán la mejor manera de ayudar a esos clientes y ayudarlos lo más rápido posible", dijo Fuller.Gabriel Betancourt, un ingeniero civil residente en Camberra, conversó con Radio SBS en Español sobre cómo vivió la tormenta del pasado lunes.
Granizo del tamaño de una pelota de golf después de una fuerte tormenta de granizo en la Casa del Parlamento en Canberra, el lunes 20 de enero de 2020. Source: AAP
“[La tormenta] me agarró manejando… y fue bastante sorprendente la forma en que las bolas de hielo impactaban el carro. Toda la gente empezó a pararse en la autopista, a tratar de refugiarse debajo de los puentes. Mucha gente se metía sobre la hierba para cubrir los carros bajo los árboles”, describió Betancourt.
Pero lo más impresionante para este Betancourt “fue la cantidad de carros con destrozos. Parabrisas, vidrios laterales. Se veía cómo los carros estaban totalmente aboyados por las bolas de hielo.
“Había bolas de hielo que medían alrededor de 50 milímetros. Tomé la medida de una después de aproximadamente 40 minutos, digamos que ya tenía un rato de estarse derritiendo. Pero sí, se registraron bolas de hielo de entre 50 y 60 milímetros, digamos más grandes que una pelota de golf”, detalló el ingeniero civil.
Gabriel Betancourt, quien trabaja en reparaciones y valuación de desastres relacionados con inundaciones y fugas de agua, explicó a Radio SBS en Español que los reclamos de seguro se han incrementado en las últimas horas y se espera que esto continúe.
“Sí, estamos llenos de reportes. Lo más preocupante es cómo esta situación va a impactar el mercado de los seguros, por la cantidad de dinero que costará la reparación de vehículos e infraestructura”, puntualizó Betancourt.
Por su experiencia en el tema y por la cantidad de daños, Gabriel Betancourt estima que las reparaciones tomarán semanas, sino es que hasta meses. Aunque la mayoría de los casos solo implica cambiar cristales, hay otros en los que incluso hay que reparar techos e infraestructura de los edificios o casas.
Los precios de los seguros podrían subir
En lo que respecta al tema de los incendios forestales que han azotado a Australia en los últimos meses, las labores de recuperación y reconstrucción ya han comenzado. Hasta el momento, el gobierno federal ha prometido un gasto de 2 mil millones de dólares para ayudar a las víctimas de los incendios.
Sin embargo, los especialistas ven venir otro problema con las aseguradoras. El economista Charlie Ríos dijo a SBS en Español que probablemente los recientes desastres naturales tengan un impacto negativo en el precio de los seguros.
“En el ámbito financiero tenemos problemas graves. Estos son, si una persona antes tenía un seguro para inundaciones y ocurre una inundación, ese evento es atendido por la compañía de seguros. Pero como esto va a ocurrir más a menudo, los seguros van a subir de precio debido a que las compañías de seguros van a tener que pagar más dinero”, explicó el economista.
De acuerdo con Ríos, las cuotas o precios de los seguros están calculadas a partir de estadísticas de desastres naturales pasados. De manera que, al ocurrir desastres naturales con mayor frecuencia, el precio de los seguros seguramente se elevará.
“Para poder pagar ese dinero a las personas afectadas, todos los que tenemos seguros tendremos que pagar más. Por lo tanto, los seguros van a empezar a subir de precio. Y eso va a afectar el bolsillo de todos”, advirtió el especialista.
Al cuestionarle si el gobierno puede intervenir para que esto no suceda, el economista aclaró que “no puede intervenir en estos aspectos financieros. Lo único que puede hacer el gobierno es proveer más fondos para que los programas involucrados [en desastres naturales] tengan recursos suficientes”.
“Lo que puede hacer el gobierno es regular un poco a través de la política fiscal. El gobierno federal y estatal son completamente responsables de hacer lo que tengan que hacer para contrarrestar los efectos del cambio climático… Pero lo que mira el gobierno es cómo va la economía y si en cuatro años lo van a elegir de nuevo”.
Hace unos días el jefe de la Oficina del Tesoro de Australia, Josh Frydenberg, habló del impacto económico que tendrán los incendios forestales, por lo cual dijo, no sabe si el gobierno podrá entregar su prometido superávit presupuestario.
La oposición por su parte ha dicho que todavía tiene esperanzas de que el gobierno federal entregue un superávit presupuestario este año, pero eso no debería cubrir los problemas económicos de Australia.
El gobierno del liberal Scott Morrison estaba confiado en que llegaría a un superávit este año, aunque en diciembre se anunció que el superávit sería mucho menor. Sin embargo, en el marco de los recientes desastres naturales, el economista Charlie Ríos considera que eso tal vez eso no sea posible. “El superávit tal vez llegará, pero en el último año de Morrison”, aseguró.
Por lo pronto, el pronóstico de las finanzas personales para los australianos después de los incendios es de bajos aumentos salariales y alta deuda familiar.
De acuerdo con los especialistas, se estima que los recientes incendios forestales han tenido un gran impacto en la economía de Australia borrando entre 0.1 y 0.2 puntos de las cifras de crecimiento del PIB.