La plataforma de la campaña de Biden incluía la reincorporación al Acuerdo de París sobre el clima, el establecimiento de un objetivo de emisiones netas nulas para 2050, un sector energético libre de carbono para 2035 y el gasto de 2 billones de dólares durante cuatro años en energías limpias.
Morrison dice que los países deben seguir sus propios objetivos en lo que respecta a la política climática.
Y este tema también ha creado divisiones al interior del partido de oposición, con la renuncia esta semana del laborista encargado de la cartera de Agricultura y Recursos, Joel Fitzgibbon, al no estar de acuerdo con las políticas de su partido en materia de cambio climático.
A principios de este año, el Gobierno publicó su Hoja de Ruta para la Inversión en Tecnología, una remodelación del enfoque de la nación para reducir las emisiones de carbono, centrándose en el respaldo de unas pocas tecnologías selectas y en el apoyo a la industria pesada.
La hoja de ruta guiará 18.000 millones de dólares de inversiones del Commonwealth hacia cinco tecnologías prioritarias: hidrógeno, captura y almacenamiento de carbono, carbono en el suelo, opciones de almacenamiento y producción de acero y aluminio "de bajo carbono".
Y el Primer Ministro se niega a retroceder en la posición de su gobierno sobre el cambio climático.
El líder de la oposición, Anthony Albanese ha aprovechado el momento para criticar al gobierno de la Coalición.
Sin embargo, su ministro en la oposición encargado de la cartera de Agricultura y Recursos, Joel Fitzgibbon no ha seguido exactamente la misma línea de partido.
Es decir, el cambio de gobierno en los EE.UU. debe ser utilizado para impulsar un objetivo más ambicioso en materia de cambio climático.
Sobre esta posición del gobierno federal, conversamos con el investigador y académico Alfonso Martínez Arranz, PhD en Política pública y experto en sostenibilidad y energías renovables, de la Universidad de Melbourne.
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