Cientos de personas han pasado la noche en centros de evacuación y sigue vigente una alerta de emergencia por el incendio fuera de control, que comenzó en Wooroloo el lunes y sigue amenazando vidas y hogares.
El Comisionado de los Servicios de Emergencia e Incendios de Australia Occidental, Darren Klemm, dijo que durante la noche no hubo ninguna propiedad afectada, pero que los equipos de evaluación habían confirmado que el número de propiedades perdidas había aumentado a 71, y que seguían trabajando en la zona del incendio.
Los equipos también esperan que las condiciones empeoren hoy.
El enorme incendio ha quemado más de 9.400 hectáreas de terreno hasta ahora, y más de 200 bomberos están luchando contra las llamas.
Las autoridades siguen vigilando una baja tropical que se desplaza a lo largo de la costa norte de Australia Occidental y los posibles vientos que podría traer a la zona del incendio a finales de la semana, y se espera que el posible ciclón se desplace hacia el sur una vez que se dirija a la costa.
Por su parte, el director de la Cruz Roja Australiana en WA, Craig Stewart, dijo que había primeros auxilios psicológicos disponibles para las personas en los centros de evacuación.
Y en este sentido, un estudio dirigido por el Instituto Menzies de Investigación Médica de la Universidad de Tasmania descubrió que la catastrófica temporada de incendios forestales de Australia 2019-20 hizo que los costos de salud relacionados con el humo aumentaran a 1.950 millones de dólares australianos.
Uno de los autores principales, Nicolás Borchers Arriagada, dijo que los resultados eran una anomalía importante al comparar las 20 temporadas de incendios más recientes.
Se calcula que las repercusiones relacionadas con el humo de la última temporada de incendios incluyeron 429 muertes prematuras relacionadas con el humo, además de 3.230 ingresos hospitalarios por trastornos cardiovasculares y respiratorios y 1.523 asistencias a urgencias por asma.
Las muertes y lesiones causadas por las llamas son solo la punta del iceberg, según Borchers Arriagada.
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