A cuatro días de la Navidad muchas familias australianas están en vilo esperando que las nuevas restricciones no los alcancen y puedan celebrar la Navidad y Año Nuevo con la familia y amigos. Pero aunque puedan estar junto a sus seres queridos, muchos sienten que este año las cosas no serán como antes, porque el COVID lo ha empañado todo y hay un halo de tristeza e incertidumbre.
En Australia, la hoja de ruta para hacer frente a la crisis del coronavirus tenía a la Navidad como la meta más próxima para poder hablar de una normalidad COVID. Y aunque la mayoría de los estados y territorios logró controlar la ola de contagios y cerrar casi todas las rendijas para evitar nuevos casos de COVID, la fragilidad de esta nueva normalidad se ha hecho evidente con el reciente brote de coronavirus en la zona de las Playas del Norte, en Sídney.
Por su parte, los habitantes de Melbourne -hasta ahora la ciudad australiana más afectada por la crisis del COVID- poco a poco han vuelto a las calles. Los autos han vuelto a copar las avenidas de la ciudad, los centros comerciales tienen más movimiento y las personas han comenzado a reunirse, pero muchos coinciden en que hay algo en el ambiente que no deja fluir al espíritu de la Navidad.
Puntos destacados:
- Un Navidad sin abrazos a los abuelos y sin cantos de villancicos a todo pulmón.
- Los turistas y los estudiantes internacionales, que año con año llegan a finales de diciembre a Melbourne, son algunos de los grandes ausentes esta época decembrina.
- Restaurantes con poca gente, sana distancia y pocos festejos en lugares cerrados, son la normalidad esta época navideña.
Para Olvido Simón, una española que lleva gran parte de su vida en Australia y ha festejado infinidad de navidades en Melbourne, en la ciudad se viven días extraños.
Hay un ambiente que no parece Navidad, es difícil de explicar. No se siente ese calor de Navidad.
“Estamos deseando estar con la familia, y personalmente estoy muy contenta porque estábamos pensando que posiblemente mi familia -que somos un total de 26- no podríamos estar juntos en la Noche Buena, pero gracias a Dios lo vamos a hacer. Pero falta algo, algo que es muy difícil de explicar”, comenta Olvido Simón, quien es secretaria de la organización social The Spanish club, Hogar Español en Melbourne.
Y es que, de acuerdo con Olvido Simón, hay detalles que todo el tiempo están como una pequeña luz roja recordándole a las personas la fragilidad en la que se vive en estos tiempos de normalidad COVID.
“La gente, por ejemplo, está muy pendiente de ponerse la mascarilla. Entras a un supermercado y tienes que ponerte la mascarilla. Lavarte las manos apenas llegas a casa”, señala Olvido a SBS Spanish.
Un Navidad sin abrazos a los abuelos
Otra cosa que le conmocionó a Olvido fue la imposibilidad de poder abrazar a las personas de la tercera edad en el festejo navideño ofrecido por el Spanish club, Hogar Español.
“No puedes abrazar a la gente, darles un beso. Aunque podría en alguna otra circunstancia, esta vez te detienes. En tu mente piensas no, porque no sabes lo que puede pasar.”
Los abuelos no son los únicos a los que se les ha privado de abrazos y festejos. Los eventos de fin de año para los estudiantes también se modificaron este año en Australia. Muchos colegios simplemente tuvieron una celebración breve y con poca asistencia, los más afortunados tuvieron un festejo en el parque o en un área abierta, siempre teniendo en cuenta la distancia entre las personas y en muchos casos reduciendo al máximo el número de invitados.
Rosemary Watson, directora de una guardería familiar en Melbourne, explica a SBS Spanish que este año los villancicos, fiestas y celebraciones navideñas para los niños de su escuela tuvieron la sombra del COVID. Pues si bien sí hubo festejos de Fin de Año, las reglas fueron muy estrictas.
“La verdad muy apagado en comparación con nosotros años. Por ejemplo, yo siempre hago una celebración grande con todos los papás, los abuelos, los tíos, los hermanitos, los que quieran venir. Hacemos una celebración grande para darles regalos a los niños y les hacemos su fiesta”.
“Este año la fiesta fue bastante discreta porque tocó hacerla los primeros días de diciembre y todavía teníamos el tema del tapabocas, todavía había restricción de personas, entonces tocó hacerlo en un parque”, comenta Rosemary Watson.
Los turistas y los estudiantes internacionales, los grandes ausentes en la ciudad de Melbourne
Normalmente, diciembre en la época más movida para la industria restaurantera en Melbourne. Grandes grupos de corporativos, compañeros de trabajo o amigos abarrotan cafés y restaurantes entre festejos de Fin de Año y reuniones navideñas, pero este 2020 la historia es otra.
“La restricciones aún siguen vigentes para los restaurantes. Claro, mucho menos que antes, pero aún así todavía tenemos algunas limitaciones de espacio. Lo segundo es que la gente todavía tiene prevención reunirse, de salir a lugares públicos, especialmente adultos. Y un último factor importante son los turistas y los estudiantes internacionales, no los tenemos esta Navidad’, señala Diego Reyes, manager de Cento Mani Café y del restaurante Club Colombia.
A esta realidad se suman las nuevas dinámicas que se han instalado en los restaurantes, cafés, bares y otros lugares de convivencia en Melbourne y en otras ciudades australianas: códigos QR que las personas escanean para registrarse, conocer el menú, ordenar y pagar la cuenta; gel antibacterial o estaciones para desinfectar las manos por todas partes; y el requisito de distanciamiento social y de no ser posible, entonces usar cubre bocas.
La gente no se anima a salir
Pero aún con todas estas medidas, no todos se animan a salir. “Piensas: todavía hay un riesgo de que puedan suceder muchas cosas. No es que no esté uno contento, pero falta un poco de lo que teníamos otros años”, señala Olvido Simón.
Esta cautela está apagando las esperanzas que muchos empresarios del sector restaurantero y hotelero tenían en que la Navidad llegaría para sus negocios también y con ello podrían recuperar un poco de lo perdido este 2020.
“Te lo digo claramente, nuestra estrategia en este momento es sobrevivir. Para serte honesto nosotros no estamos haciendo dinero. Compramos, vendemos, pagamos a nuestros proveedores y no nos quedan mucho dinero”, asegura Diego Reyes.
La esperanza de todos es una vacuna. Pero mientras ésta llega la doctora Federica Varela aconseja ser muy cautelosos esta Navidad, pues en las manos de todos está mantener la normalidad COVID.
“Para nosotros poder mantener esta normalidad debemos tener en cuenta que debemos seguir cuidándonos. Si vamos a un evento en familia o si vamos a alguna reunión donde va a haber más de 10 personas, uno debe tener esa mentalidad de cuidarse y cuidar al otro. Si uno sabe que tiene síntomas, por más mínimos que sean, resguardarse, no llevar esos síntomas a otra casa”, señala la doctora Varela.
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Las personas en Australia deben permanecer al menos a 1,5 metros de distancia de los demás. Verifica las restricciones de tu jurisdicción sobre los límites en las reuniones.
Si tienes síntomas de resfriado o gripe, quédate en casa y pide una prueba llamando a tu médico o ponte en contacto con la línea directa de información de salud sobre el Coronavirus al 1800 020 080.
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