El nombre "Melodías del Rocío" nace de una imagen potente que se instaló en su corazón. Esta es la experiencia de haber visto a una pequeña ave que se protegía en debajo de una hoja de un árbol llena de gotas de rocío.
"Me obsesioné con esa imagen y eso me acompañado en todos estos años y por eso en algunos de mis poemas hablo del rocío....es la naturaleza, la vida, la existencia. Para mí es muy poético y tiene una relación profunda con la creación y la naturaleza".
Como César Vallejo, Horna lleva a su pueblo, del norte del Perú, dentro de su corazón, pese a los años recorridos que lo han llevado a vivir en Lima y desde hace 28 años en Sídney.
Enrique Horna, ingeniero industrial de profesión", dice que la poesía "me ayuda a vivir y me llena el alma y con la inmigración se ha acentuado. Siempre me gustó a escribir pero en Australia me atreví a mostrarme".
"Uno no escoge a la poesía, la poesía me escoge a mí", dijo.
Uno de los poemas que incluye en este poemario es Bulla, en donde menciona al rocío.
"MIS BULLAS"
Mis bullas son la mesa grande de mis ratos
libo la soledad sin irónicos rezos
irreverentes como los carnavales de verano
bailo cada cielo mío
arrullando todos los anhelos
son ecos entrañables de viejas voces
brujerías de la luna besando el mar
son fuegos ardiendo las pasiones
agitados rojos de mis rincones
vericuetos del horizonte revelando mi casa
acoderando fielmente en los puertos del mañana
irrigando afectuosamente los surcos del alma
eternidad paterna del refugio
mansedumbre del tiempo
pernoctando el reposo del silencio.
Se esconden en el pináculo de las montañas
miran de frente a los ojos de las rocas
aspiran toda esencia de la luz
son felices con la calidez de los arboles
desafían la santidad caliente de los desiertos
aman caminando cada grano de las arenas
se conmueven con el oasis de los colores
se enamoran de cada pétalo de las flores
se purifican con cada lagrima del sol.
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Enrique Horna presenta el viernes 9 de agosto su libro en el Instituto Cervantes de Sídney