Lo que más llama la atención es su pelo corto y sus cuidadas y abultadas barbas.
Sin duda, los hipsters, han retornado a las barberías el auge de antaño, eso sí, ahora lo de afeitarse es mucho más caro.
Esta tribu urbana nació en los 90 y vivió su esplendor alrededor de 2010, expandiéndose como una mancha de aceite por todo el mundo.
Sus integrantes cuidan lo que comen, llevan gafas de pasta, montan en bicicleta, consumen bebidas artesanales en bares "muy cool" y bohemios, y visten ropa de segunda mano.
En teoría promueven cierto rechazo al consumismo, pero en realidad se trata un poco de “postureo”, ya que heredan su bohemia de los hippies, pero han sido pasados por el sedal del neoliberalismo y neocapitalismo.
Ahora los hipsters ya no están solos, han tenido descendencia. Los nuevos hipsters se conocen como yuccies y muppies. Y aunque tienen rasgos parecidos son algo distintos.
Anna Sagrista analiza esta tendencia social con el antropólogo y sociólogo Juan María González.