La Comisión Australiana de la Competencia y para los Consumidores (ACCC) advierte a los ciudadanos de que estén atentos a las estafas (o scams como se conoce en inglés), que son cada vez más elaboradas a la hora de manipular a las potenciales víctimas.
En 2021 ha habido una gran variedad de estafas. Los estafadores siguieron haciéndose pasar por organismos gubernamentales, como la Fuerza de Fronteras de Australia. En una de las estafas, los estafadores se hicieron pasar por la Oficina de Impuestos de Australia y afirmaron que los ciudadanos recibirían devoluciones de impuestos, pero que debían actualizar sus datos personales y financieros.
La aparición de la estafa del malware flubot, y la forma en que siguió evolucionando en diferentes variantes a lo largo del año, muestra la rapidez con que los estafadores pueden adaptar sus estafas.
Las víctimas denunciaron pérdidas por valor de 236 millones de dólares, lo que supone un aumento del 87% respecto al año pasado y sorprende su alto nivel de sofisticación.
El tipo más común, las estafas de inversión, fueron responsables de 121 millones de dólares robados.
Entre el 1 de enero y el 17 de octubre de este año se han recibido 242.000 denuncias en Scamwatch, un 50% más que en el mismo periodo del año anterior.
Las pérdidas han aumentado un 87%, hasta los 236 millones de dólares. Las estafas originadas por teléfono han aumentado un 74%, hasta casi alcanzar las 126.000 denuncias. Las mayores pérdidas se han registrado en las estafas de inversión (un 160% más, hasta 121 millones de dólares), las estafas de citas y románticas (39 millones de dólares), las estafas de facturación falsa (13 millones de dólares) y las estafas de acceso remoto (12 millones de dólares).
Entrevistado: Cesar Alvarez, experto en seguridad de la Universidad Charles Sturt en Canberra.