Sinopsis:
Los votantes latinoamericanos fueron a las urnas en 2021 y enviaron un mensaje claro para las élites políticas: estamos hartos.
Recientemente en Chile, dominó el castigo del llamado “voto oculto” contra los partidos tradicionales que gobernaron desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet, hace tres décadas. El izquierdista de 35 años, Gabriel Boric, venció a su rival de extrema derecha José Antonio Kast.
El nuevo mandatario fue líder estudiantil en 2011, diputado izquierdista en 2014 y será el primer presidente milenial de Chile a partir de marzo de 2022.
En abril, Ecuador marcó un giro a la derecha en 14 años con la llegada de Guillermo Lasso, un político y banquero conservador. Esta elección abrió un complejo escenario con un presidente alineado ideológicamente con el neoliberalismo.
El resultado mostró la resistencia al correísmo atribuido al expresidente Rafael Correas y el peso del voto nulo impulsado por el movimiento indígena, liderado por Leónidas Iza.
En junio, Perú optó por un profesor rural socialista que era poco conocido. Pedro Castillo derrotó a la conservadora Keiko Fujimori y es el primer mandatario de origen campesino en 200 años del país sudamericano.
Sin traje ni corbata, con sombrero "chotano" y un discurso descentralizado, Pedro Castillo encarnó los valores humildes y campesinos de la zona andina del Perú, donde fue alzado por maestros y agricultores, que vieron en él una figura cercana y ajena a las élites limeñas.
En noviembre, Honduras terminó con 12 años de gobierno del conservador Partido Nacional al elegir a Xiomara Castro como la primera mujer en la presidencia del país centroamericano.
La esposa del expresidente Manuel Zelaya también devolverá a la izquierda hondureña el poder por primera vez desde 2009, cuando Zelaya fue sacado en pijama de la residencia oficial, en una postal de los golpes de Estado del siglo 20.
Por su parte, los argentinos dieron un golpe al peronismo en las elecciones legislativas de noviembre, que perdió el control del Senado por primera vez desde 1983.
Para 2022, las expectativas de las fuerzas progresistas en América Latina están puestas en la candidatura de Luiz Inácio Lula da Silva para presidir a Brasil por tercera vez.
El exmandatario y fundador del Partido de los Trabajadores (PT) lidera con amplitud todos los sondeos de intención de voto para el próximo año, seguido por el actual presidente brasileño, el derechista Jair Bolsonaro.
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