Sinopsis:
El 25 de enero de 2020, hace exactos tres años, se confirmó el primer caso de Covid-19 en Australia. El infectado era un hombre que regresó a Victoria desde Wuhan, China, epicentro de la incipiente pandemia en ese momento.
Posteriormente, y a lo largo de estos tres años, se sumaron millones de infectados más en todo el mundo y se fueron agregando diferentes variantes de Covid-19, algunas más letales o agresivas que otras. Las víctimas fatales también se fueron acrecentando con rapidez mientras los sistemas sanitarios de los países intentaban luchar contra las graves consecuencias del virus y la saturación de los centros de salud. Eso hasta que las personas se comenzaron a inocular con las vacunas contra el virus, las que lograron disminuir paulatinamente tanto las fatalidades como las secuelas en los infectados.
Durante estos años aprendimos mucho sobre virología, pandemia y vacunación, entre otras cosas. Y también experimentamos y sufrimos largos encierros, restricciones de desplazamiento y viajes, obligación de utilización de mascarillas faciales y de otras medidas higiénicas.
A tres años de la pandemia, hemos transformado radicalmente algunos aspectos de nuestra vida.
SBS Spanish entrevistó al experto en bioética y académico de la Universidad de Sydney, Diego Silva.
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