PUNTOS DESTACADOS:
- Laila Sánchez demuestra que, a pesar de los desafíos, la comunidad hispanohablante puede tener éxito en el emprendimiento, como en su negocio de productos de belleza.
- Llegó a Australia a los 10 años, superó las barreras del idioma y la adaptación cultural en Sídney, donde encontró oportunidades.
- A pesar de haber empezado como empleada bancaria, invirtió en educación sobre belleza, logrando éxito y reconocimiento en premios como The Local Businesses Awards y Australian Small Business Women Awards.
Emprender un negocio no es fácil, pues se necesita dedicación, paciencia y saber sobrellevar las fases de altibajos. Sin embargo, muchas personas de la comunidad hispanohablante en Australia emprenden sus proyectos empresariales con éxito, como es el caso de la ecuatoriana Laila Sánchez, quien ha ganado numerosos premios con su negocio en la industria de los productos de belleza.
Laila Sánchez llegó a Australia a los 10 años por decisión de su padre, quien viajaba por el mundo. Durante una visita a Sídney, quedó encantado con la ciudad y decidió establecerse allí debido a su potencial laboral.
"Fue un poquito difícil por la lengua, pero como éramos jóvenes aprendimos rápido y nos acoplamos a vivir aquí", dice Laila en entrevista con SBS en español.
Laila asegura estar muy orgullosa de haber logrado el éxito con su negocio:
"Jamás pensé en montar un negocio, en ese entonces era solo una niña, pero estoy muy agradecida de haber crecido aquí, haber estudiado aquí y haber emprendido mi negocio. Estoy muy orgullosa de lograr lo que tengo".
Le agradezco mucho a mi padre por esta buena decisión de traer a toda la familia a vivir acá y mejorar nuestras vidasLaila Sánchez
Laila ha sido reconocida en The Local Businesses Awards, en Australian Small Bussiness Women Awards, entre otros concursos y galardones.
Laila Sánchez
Empezó trabajando en un banco por un poco tiempo, pero pronto descubrió que no era lo suyo. Por eso, decidió invertir en educación sobre la belleza.
Siempre me ha gustado la belleza. Cuando era pequeña, mi tía me llevaba con ella a vender sus productos y veía cómo la gente se emocionaba cuando entregaba sus cremitas que hacía en casa. Ese sentimiento me gustó. Por eso decidí invertir en algo que me gusta.Laila Sánchez
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